jueves, 28 de abril de 2016

VEINTICUATRO

-¿Informaciòn?

-Sì, Gimena se irà la semana que viene y Mariana junto a Elias se quedaràn solos, durante un buen mes, en un apartamento cerca del puerto.

-Bien, ya tenemos todo listo. Sos una genia, Vetrano -sonriò Lucas con satisfacciòn, mientras colocaba lo planeado en una pizarra.

Candela se levantò y se puso su chaqueta de cuero. -Lo sè, saben por què estoy haciendo esto, y ya cumplì mi parte, ahopra cumplan la suya -se quejò, abriendo la palma de su mano.

Bautista le acercò un gran maletìn y ella lo abriò, dentro de èl habìa màs de diez millones de pesos, y un poco menos de mil quinientos dòlares. Candela mirò asombrada, antes de cerrarla y meterla en el baùl de su moto.

-Ustedes saben, nunca me conocieron -dijo, saliendo-, excepto vos, Lucas, todavìa sigue en pie nuestra salida. En fin, bye.

* * *

-Ok, entonces, viernes dos de diciembre, ùltimo dìa de los colegios Rockland, Gimena sigue de viaje y Elias tiene salida con sus amigos.

-¿Maria Eugenia y Juan Pedro?

-No sabemos, Peter seguro irà con el grupo de Elias. En cuanto a Euge, es probable que se encuentre con Mariana, ¿Pero por què asustarnos? A la rubia le encajàs un fierrazo en la cabeza y ya està; el problema es si hay chicos.

-Imposible. -asegurò Justin, mientras absorbìa de su cigarrillo-, viernes dos, entonces.

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«-¿¡Porquè hiciste eso!? -preguntò, sus ojos estaban un poco hùmedos, sus mejillas coloradas y su rostro solo mostraba enojo y... ¿Verguenza? -¿Porquè me besaste?

-Porque te amo, ¡maldita sea! -gritò.

-No, vos no me amas -dijo màs tranquila- todo el mundo sabe para que me quieres.

-Con vos es distinto, Lali. A mì sì me gustas.

-Tu solo me quieres para tenerme como una mas, un trofeo, no te lo voy a permitir. ¿Què, piensas que caì en tu juego del enamorado? ¿Porque me dices esto ahora, y no antes, cuando supuestamente era una rata? ¿En serio llegaste a pensar que soy una de esas tontas que andan contigo? Estas equivocado, Lanzani. -aclarò.»

-Maldita seas, Espòsito -murmurò Peter con frustaciòn, arrojando la pelota de tenis a la pared.

«-Por favor Peter, soltame. -repitiò, tapando su rostro con sus cabellos.

-Hey, ¿Què te pasa? -preguntò preocupado.

-Quiero que dejes de acosarme. Me estas haciendo daño, quiero que me sueltes.

-Bueno -Peter apartò sus manos de ella y las levantò en modo de disculpa- ¿Porque te pusiste asì?

-Sòlo estoy nerviosa -mintiò.

-Mariana, estas llorando. A mì no. ¿Què te pasa? 

-Es una historia larga -comentò, limpiàndose las làgrimas como si nada hubiera pasado.

-Te puedo escuchar...»



-Agh, quiero que salgas de mi cabeza ahora, mierda.



«Su estòmago, al parecer, querìa decirle algo y por esta razòn le hacia cosquillas. Se sentìa pleno y feliz. ¿Què mierda estaba pasando?

Ahora sòlo pensaba en ella. En el beso. En su corta historia. Todo relacionado con ella. Lali. Lali. Lali.»



-¡Ya basta! -gritò, arrojando nuevamnte la pelota contra la puerta, pero no todo sale siempre como uno lo espera.

-¿¡Quieres sacarme un ojo!? -se quejò su madre luego de esquivar, por suerte, la pelota.

-Perdòn, ma, no vi que entrabas -revoleò los ojos, mientras hacìa crujir sus dedos y su cuello, sìmbolo de bronca.

-¿Què te està pasando ùltimamente, Juan? Estàs distraìdo, enojado, feliz, triste, enojado de nuevo... Soy tu madre, puedo escuchar, y si no me lo quieres contar a mi tambien tienes a tu hermana y a Sergio...

-Sòlo... nada, cosas mìas. -dijo sin mirarla.

-Sì pero esas ''cosas tuyas'' van a hacer que termines matando a alguien de un pelotazo en esta casa, mirà esas paredes.

Evidentemente, las parte superior de las paredes y el techo de la habitaciòn estaban llenos de marcas de distintos tipos de pelotas. Peter riò.

-¿Còmo reconoces cuando te gusta, o amas a alguien?

-¿Sinceramente? -preguntò Emilia, su hijo asintiò- no lo sè, sòlo lo sabes.

-Estoy frito -dijo, antes de reclinarse contra la cama, cubriendo su cara con la almohada.

-¿Es Mariana, verdad? -¿Còmo es que las madres siempre saben todo? pensò.

-Sì, ya no sè, es que... agh, ¿ves lo que pasa? Odio ser tan imbècil cada vez que tengo que hablar de ella o con ella.

-¿Ella sabe?

-Sì, se lo dije el otro dìa pero no me creyò, obviamente porque piensa que soy un mujeriego y que como ya no tengo opciones voy tras ella pero no es asì. La quiero de verdad.

-Entonces, sabes que hacer...

-No, estoy perdido, mamà. No querìa esto, no querìa enamorarme, no lo necesitaba, ¿Porque està pasando esto?

-Porque a todos los pasò, ahora piensa lo que debes hacer -sonriò su madre, golpeàndo suavemente su muslo-. Te quiero en la cena a las nueve. Ni un minuto màs. -advirtiò, mientras se acercaba a la puerta.

-¿Mamà? -Peter se sentò, abrazando su almohadon.

-¿Mh?

-Gracias.

Emilia le guiñò el ojo, antes de salir de su habitaciòn.

Èl sonriò, antes de recostarse de nuevo y quedarse dormido, con su reproducciòn de mùsica encendido.



''And all along I believed I would find you

Time has brought your heart to me

I have loved you for a thousand years

I'll love you for a thousand more''



_______________



-¡Mamà, lleguè!

-¡Estoy en mi habitaciòn, Lalita!

-¿Empacando, ya? -preguntò con desiluciòn, al ver las pertenencias de Gimena ordenadas sobre su cama, listas para guardar en la maleta.

-Sabès como es esto -sonriò Gimena-, mañana iremos a ver el departamento donde se quedaràn. Ya sabes, nada de decirle nada a nadie.

-No le dije a nadie, mamà -mintiò.

-Mientras menos sepan, mejor. Tu padre està en todos lados, y tu lo sabès mas que bien.

Lali mirò sus corte por el cuerpo, no tenìa miedo de mostrarlos, de todas formas, nunca nadie se preocupaba lo suficiente, o a los que les preocupaban, nunca se animaban a preguntarle, a excepciòn de Eugenia, o Peter.

-Te voy a extrañar, mami -sus ojos picaban, iba a llorar.

-Yo tambien, a los dos -sonriò Eugenia, mientras se acercaba para apretarla en un fuerte abrazo.

-¿Cuàndo te vas? -preguntò.

-El primero de noviembre. Faltan tres dìas todavìa.

-Esos tres dìas van para nosotros -riò Lali-, vos, Elias, y yo.

-Te aseguro que sì -besò suavemente su cabeza- tengo que seguir empacando, en la mesa està preparada la comida.

-Està bien, gracias, mà.



A partir del proximo capitulo va a ser el dia a dia hasta llegar al dos de noviembre donde va a pasar de todo.

¡Quedan pocos capitulos para el final!

Las quiero, Juli.

VEINTITRES

Bueno, esto es corto antes de dejarlos con el capitulo (Al fin subes, hey!) y sì, ocho mil y un perdones por no avisar que la novela quedaba PAUSADA por algunos meses, algunas personas que suelen hablar conmigo y por eso esperaban un nuevo capitulo con la mayor paciencia, quiero agradecerles por tanto. Otro dìa les cuento porque pause la novela, ¡Los quiero!

Juli.



...6 meses despues...

«Lali, ¿Donde rayos estàs?»

«Estoy llegando a la playa, Eugenia, ¿Podrìas esperar?»

«No, estoy yendo hacia la esquina a esperarte, nos vemos allì»

De lejos, Eugenia veìa como se acercaba su amiga, habia finalizado el primer dia de clases y ambas llevaban su uniforme del Rockland.

Todo iba bien, hasta que un auto pequeño, negro y poralizado se parò justo al lado de Lali, bajando de este tres hombres grandes y armados. Eugenia corriò a traves de la calle e intento salvar a su amiga pero era tarde, se la llevaban inconsciente d...

-¡Eugenia! ¡Despierta ya, la puta madre!

-¿Ah? -su voz era ronca y su respiracion agitada, tenia sudor en la frente- ¿Què pasò?

-Eso es lo que te pregunto yo -dijo Peter molesto-, son las siete d ela mañana y estas gritando ''¡Lali!, ¡Lali!'' como una tarada.

-Perdon, es que estaba soñando con ella y... no sè, habìa hombres gigantes que la cargaban en un auto y... nada, olvìdalo, sòlo fue una pesadilla.

-¿Quieres agua?

-Por favor.

-Comienza a cambiarte, en media hora debemos estar en la cocina desayunando, no puedo creer que ya sea lunes de nuevo -revoleò los ojos-

Alguien tocò la puerta.

-Ya voy -dijo Peter mientras buscaba las llaves- ¡Lali! ¿Còmo estàs?

-Bien, ¿Y tù? -sonriò la castaña.

-Estoy bien, si quieres puedes subir, en mi habitaciòn està Eugenia.

-Dale, gracias. -Lali dejò su mochila del colegio sobre el sofa y se acerco a las escaleras.

-Lala, espera -la interrumpiò Peter.

-¿Sì?

-¿Quieres un desayuno?

-No gracias -sonriò.- ya desayune en casa.

Dicho esto subiò rapidamente las escaleras. Toco dos veces en la habitaciòn de Eugenia pero nadie respondiò, asì que abriò lentamente la puerta para encontrarse con nada.

-¡BUH!

-¡AAH! -gritò Lali mientras pegaba un salto para atràs- ¿¡Te has vuelto loca?!

-Creo que estoy loca desde... siempre -riò Euge simpàticamente mientras la abrazaba- ¿Còmo estàs?

-Bien, supongo. Anoche tuve una pesadilla muy extraña y querìa ver si estabas bien -le dijo.

-¿Què soñaste? -preguntò Eugeia mientras la guiaba hasta el comedor.

-No sè, era todo tan confuso... Soñè que respondìa un mensaje tuyo, creo que me estabas esperando en algùn lugar -frunce el ceño mientras se encoje de hombros-, luego unos hombres vestidos de negro venìan y...

-¿Te desmayaban, verdad?

-Sì -respondiò sorprendida- ¿Còmo lo sabes?

-Soñè lo mismo -admitiò, ambas se sentaron en la sala de estar-. Sòlo que desde mi punto de visa, yo vì el momento en el que esos hombres bajaban armados y te golpeaban -confesò.

-Bueno, eso es extraño... Esperemos que solo sea una simple pesadilla -Lali riò con nerviosismo. En ese momento Peter apareciò con dos tazas de cafè.

-¿En serio no quieres desayunar, La? -preguntò nuevamente. Mariana apreciò su gesto, pero negò con la cabeza.

-No, gracias. Tal vez otro dìa -sonriò, mientras tomaba sus cosas- Debo irme, Cande me està esperando en el colegio para un trabajo.

Luego de despedirse, ella partiò para el Rockland.



* * *



-¿Jefe? Sì, soy yo (...) Aùn no llegò, quedamos a las siete y media (...) Intentarè sacarle toda la informaciòn que pueda (...) ¿Acaso importa? (...) No, voy a tratar de hacer lo que pueda (...) Sì, hasta pornto. -Candela cortò su telefono al ver que su ''amiga'' Mariana se acercaba a ella.

-¡Hey! -sonriò Lali, mientras estacionaba su bicicleta en la entrada del Rockland.

-¿Todo bien, La? -preguntò Candela con naturalidad.

-Todo bien -asegurò- ¿Vamos a hacer el trabajo?

-Sì, vayamos a la biblioteca del colegio.

Mientras caminaban hacia allì, Candela comenzò su misiòn:

-Y dime, ¿Cuàndo es el pròximo viaje de tu madre?

-No lo sè, creo que dentro de una semana -respondiò Lali sin mirarla.

-¿Te quedaràs en tu casa, cierto?

-No, mamà no quiere que me quede allì porque... -dàndose cuenta de lo que estaba por decir, se quedò callada.

-¿Por que...?

-No importa. Mi hermano y yo iremos a un apartamento cerca del puerto.

-¿Por cuànto tiempo estaràn solos?

-¿Què es esto, un interrogatorio? -preguntò Lali, soltanto una breve risita-, estaremos solos por un mes y medio, de todas formas, dirìa que la ùnica que va a pasar casi todo el dìa ahì soy yo, porque Elias està siempre con sus amigos de joda o cosas asì...

-Ah...

-¿Porquè lo preguntas?

-Oh no, sòlo querìa saber por  si quiero ir a visitarte alguno de esos dìas -excuso con una pequeña risa falsa.

''No sabès todo lo que te espera, Espòsito'' escribiò en una hoja de su cuaderno, antes de arrancarla y tirarla en el cesto de basura.



Bien, esto es todo por hoy. Sè que saben que es corto, es un pequeño adelanto para el proximo capitulo que es una... (la palabra que sigue lo dejo a su criterio, ahre)

Nuevamente, perdòn por pausarla durante mucho tiempo!, e vienen cosas fabulosas.

Las quiero. Juli. (que pegote que estoy hoy, màtenme)

PD: Les aviso que los ultimos capitulos los estuve subiendo dos o tres dias antes en WATTPAD. Si no quieren esperar ese tiempo pueden unirse a Wattpad, o seguirme, es una red muy buena y lo mejor es que es gratuita (Creo que la mayoria de ustedes tiene una cuenta ahi, de todas formas). 

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¡Saludossss!

domingo, 13 de diciembre de 2015

VEINTIDOS

Cuatro y trienta de la mañana. No, no iba a poder dormir. Se levantò como pudo mientras miraba sus sàbanas verde manzana, que ahora eran rojas por toda la sangre que habìa derramado en ellas. No se habia curado las heridas, no podia, si con suerte podia moverse sin marearse.
Entrò en el baño y abriò el grifo de agua caliente, mientras templaba la bañera para darse un baño. Bajò las escaleras agarrada de los barandales, se mareaba mucho. Buscò agua oxigenada y vendas mientras caminaba hacia el baño. Se diò un baño de agua caliente y luego se curò, con mucho cuidado, las heridaas hechas por el cuchillo.
De verdad se habìa asustado.
Su cabeza era un vaivèn de pensamientos; primero, la noche hermosa que habia pasado con sus amigos. Segundo, el beso con Peter. Tercero, la actitud de Candela. Y cuarto, la amenaza y el arma de Marcos. 

Peter llegò a su casa, donde Eugenia lo estaba esperando para poder cerrar con el cerrojo la puerta.
-¿Volviste? -preguntò tontamente la rubia.
-No, soy el gemelo perdido de Peter -bromeò, revoleando los ojos.
-Bueno, che, es tarde. -riò.
-¿Tenès tiempo para hablar un rato?
-Sì, ¿Que pasa?
-¿Podemos ir a tu habitaciòn?
Ambos se dirigieron al cuarto de Eugenia, la cual cerrò la puerta con llave mientras Peter contaba lo que le estaba pasando.
-¿Alguna vez has estado enamorada? -preguntò de golpe.
-Ponele, hace mucho -Eugenia se encogiò de hombros-, ¿Por?
-¿Què hacen las personas enamoradas?
-Y... -suspirò- no sè, cuando estan con esa persona que les gusta sonrien como bobos y sienten cosquillas, em...  quieren que esa persona sea feliz y... que se yo, Peter, ¿A que viene esta pregunta?
-Creo que me enamore -confesò.
-Debe ser re lindo p... ¿QUE? ¿DE QUIEN?
-Si te digo no me vas a creer...
-Decime Peter, soy tu hermana. ¡Te lo ordeno! -gritò alterada.
-Shhh, ¡nena! Mama y papà estan durmiendo.
-Bueno pero decime -insistiò.
-Bueno, me enamore de... Mileva.
Enseguida viò la cara de disgusto en Eugenia. 
«¿Esto es enserio?» pensò la rubio.
-Es mentira -suspirò aliviada- yo amo a Mariana.
-Ah... casi me muero de un paro. -dijo antes de reaccionar- ¿QUE?
-Me enamorè de Mariana Esposito. La hermana de mi mejor amigo, ¿Què hago? ¡Me enamore de una rata!
-Lali no es una rata, Peter -riò tiernamente- que bueno que te hayas enamorado, asì te dejas de romper las bolas con la primera gata que se te cruce por el camino. Ahora tu amor està puesto en ella, ¿Què pensas hacer?
-Primero ver si lo que ella siente por mì es lo mismo, supongo.
-Te puedo asegurar que sì -Euge guiñò un ojo- ¿Despues?
-Invitarla a cenar, charlar, hacerla sentir bien a mi lado... no sè, hermanita. Nunca estuve asì de enamorado.
-¿Estàs seguro que lo que sientes por ella es real?
-Sì, me dì cuenta ese dìa que la vì llorar por su madre. Me dio mucha ternura verla comer su helado. Sè que al principio, cuando se cayò de la bici, me portè mal pero trato de ser mejor persona, lo sabès.
-Si, si. Bueno, estoy re shockeada -risa-, sabes que te quiero mucho, pero a Lali tambien la quiero demasiado, asi que si de verdad sientes algo, no la dañes; tengo el presentimiento que su vida fue o es una mierda, pero nunca le preguntè sobre su historia.
-Tranquila, si la quiero, la voy a querer bien. Eso espero...
Una fuerte tormenta se desatò, Euge se asustò y le regalò a Peter una sonrisa tìmida.
-¿Quieres dormir conmigo hoy? Asi no tienes miedo -le dijo-, como cuando èramos niños. De hecho, como lo hicimos toda la vida.
-Està bien. Gracias, Peter. Por todo.

¡Buenass!
Sè que el capìtulo es corto, pero es lo ùltimo que me quedaba por escribir antes del salto de tiempo. Sì, vamos a saltearnos unos cuantos meses y va a pasar de TO-DO.
Bueno, ya saben que las quiero mucho, ¡nos vemos!
Juli.
PD: PREGUNTA, ¿QUE PIENSAN DE LA RELACIÒN DE EUGE Y PETER? (porque gritaba?)