miércoles, 31 de diciembre de 2014

Capítulo 5

Me levanté y traté de seguirla dejando los chicos atrás.
A esta hora estaban la mayoria desayunando en la cafetería se veían unos pocos dejando cosas que no necesitarían en sus casilleros y algunos sentados en el piso estudiando. Nada interesante.
Miré a ambos lados y entré en el baño de mujeres del primer piso, nadie. Fuí al segundo, nadie. Me dirigí hasta el tercer y último piso del colegio. Ese pasillo estaba vacío ya que solo había dos materias en el piso: Química y música.
Entré al baño y allí estaba ella, en cuclillas con la cabeza entre las piernas, llorando.
-¿Otra vez vos? -preguntó entre sollozos.
-Sí, ¿Puedo hacerte companía?
-Hacé lo que quieras -dijo sin quitar la cabeza de sus rodillas.
Me senté a su lado. Ella ahogó un llanto. Intenté consolarla pero ni bien la toqué me quitó la mano.
-No necesito tu consuelo. -dijo fría.
Levantó su cabeza y se quedó mirando hacía la nada.
-Sabés, hace bien contarle a los demás lo que te pasa. -dije.
-Es mi vida, no te metas.
-"La peor prisión es un corazón cerrado"
Ella corrió un mechón que caía por su rostro y por primera vez desde que la conocí me miró.
Tenía unos hermosos ojos color café. Las pupilas un tanto dilatadas y sus ojos estaban rojos, supuse que era por tanto llorar. En ellos también reflejaba tristeza y miedo, cosas increíblemente visibles.
-¿Queres... ser mi amiga? -sonreí. Lali me seguía mirando sería.
Tocó el timbre de regreso a clases. Mierda.
-¿Te puedo contestar luego? -dijo ella refregándose los ojos y frunciendo el ceño.
-Claro, todo el tiempo que necesites.
Me paré y le tendí la mano para ayudarla a levantarse pero ella ignorándome se termino parando sola. Tomó su mochila y sin decir nada se fué.
(...)
A la salida del colegio venía hablando con Eugenia, Gastón y la ''novia'' de él, Rocío.
-Peter, ¿Tenés que hacer algo esta tarde? -preguntó Euge.
-No, no creo -dije dudoso.
-Si querés veni a mi casa. Como a las cuatro... Nos vamos a juntar con los chicos a pasar la tarde -sonrió y me entregó una tarjeta -Es la dirección de mi casa.
-Gracias, veo que hago. -hice una pausa- Euge...
-¿Sí?
-¿Puedo llevar a alguien? -dije mirando a Lali que cruzaba la calle con su mochila a cuestas.
-Si podés sí. Sería un gusto conocerla -la miró -Pobre chica, sólo quiere que la acepten.
-No lo sé. Si no te molesta la voy a seguir. Esta tarde quizás nos vemos, chau -sonreí y dejé un beso en la mejilla de Euge.
Seguí a Lali y me llevó hasta el mismo lugar que la última vez, la plaza.
Se sentó contra un árbol a presenciar los niños quienes estaban a unos cuántos metros jugando. Me acerqué a ella.
-Hola -dijo haciendo una mueca.
-¿Qué tal? -respondí.
-De maravilla, ahora que los veo -esbozó una pequeñisima sonrisa pero que para mí significo mucho.
-¿Los niños? -pregunté confundido.
-Sí, son tan... dulces -dijo mirándome, luego se dirigió nuevamente a los chicos -tienen que aprovechar su niñez, la adolescencia es una mierda.-hizo una pausa -pensé en lo que me dijiste hoy.
-¿Y?
-Sí, quiero ser tu amiga, pero voy a poner algunas condiciones, ¿Sí?
-Las que quieras -sonreí.
-Nada de enamorarse, no quiero sufrir ni hacer sufrir a nadie, no me toques tanto, no me grites -suspiró -odio los gritos. Y lo último y más importante no me preguntes por mi vida pasada, si me siento segura algún día te cuento. No presiones.
-Está bien, ¿Amigos? -dije tendiendo la mano.
-Amigos. -dudó un poco y luego me dió la suya estrechando ambas en un saludo. Sentí mucho, estaba temblando, algo aterrorizada.
No sé el porque, pero cada vez que tengo contacto con ella siento algo muy fuerte, presiento lo que Lali siente. 
A pesar de todo, ella confió y confía en mí. Nuestra amistad era... Rara. Pero almenos es una amistad, ¿No?
Pero no me sentía del todo bien con esto, porque Lali me dijo claramente que nada de enamoramientos, y yo estaba violando esa regla.
Sí, estoy enamorado.

Holuu, pueden tomarse este capítulo como regalo por año nuevo, ¡Último capítulo de este novela que escribo este año! Uy.
Felicidades y que empiecen re WOW el 2015 a.

OPINEN♥

Juli. (@esposmysmile)

martes, 30 de diciembre de 2014

Capitulo 4

Jodido despertador, ¿Justo ahora debías sonar?
Me levanté y busqué algo común para ponerme. Hoy estaba fresco así que tome unos jeans largos, una remera lisa de mangas largas y arriba mi chaqueta de cuero con piel debajo. Calentito.
Bajé y sobre la mesa estaba mi café con leche, unas facturas y una nota: ''Peter: Fuí  a hacer unas compras. Abrígate y no te vayas tarde. Mamá.''.
Terminé de desayunar mientras miraba Juego de Gemelas, que justo pasaban en la televisión a esa hora. Miré el reloj, 07:45, yo entraba 08:15. Tomé mi mochila, salí y me metí en el auto. Lo primero fué prender la calefacción. Miré el termometro que había dentro del coche: 7°.
(...)
Llegué al colegio. Maldecí que tenía que salir de mi acogedor vehículo, del ambiente cálido por la calefacción. Suspiré y entré a la construcción.
Allí digamos que no cambiaba nada. Sobretodo las chicas: Todas con polleras cortas y cancanes con un delicado saquito que, a mi parecer, no abrígaba nada.
Me crucé con Nicolas que venía agarrado de la mano con Eugenia.
-Peter, ¿Te molesta que me siente con ella hoy? -preguntó Nicolas.
-No, yo me siento atrás -"Tal vez pueda hablar con Lali" pensé.
-¿No te molesta? -volvió a interrogar haciendo una mueca
-No, gracias por avisar -contesté de la mejor forma. No me puedo quejar: Dentro de todo, ellos son novios.
-Nosotros vamos al patio, ¿Querés ir?
-Dale.
''Espero que ella esté ahí'' me rogué a mi mismo mientras caminábamos. Y así fué, Lali estaba ahí, sentada: Llevaba un jean de color negro con una blusa, color negro, y un polar arriba, color negro. Todo negro.  La mitad de sus puños estaban dentro del polar y sus dedos sostenían el libro que leía.
-¿Pensás acercarte? -preguntó Eugenia por detrás de mis hombros.
-No lo sé. 
-Suerte -dijo y siguió caminando con Nico unos cuántos pasos más.
Dí un paso, dos, tres... 
Cuando quedé al lado de ella, miró mis zapatillas.
-Te dije que no te me acercaras.
-¿Cómo sabes que soy soy? -pregunté desconcertado.
-Sos la única persona que se me acerca. Me harías un favor si te fueras.
Ignoré eso, me quedé mirándola como idiota.
-¿Qué lees? -reaccioné.
-Un libro -respondió irónicamente.
Tocó el timbre. Lali cerró el libro y lo guardó en el bolsillo del frente de su mochila.
-Te ayudo a levantarte -dije tocando su brazo. Inmediatamente ella lo sacó, como si mi tacto quemara.
-No me vuelvas a tocar -dijo frunciendo el ceño, mirando hacía la nada.
-Me haría bien si me miraras... -respondí por lo bajo, al parecer ella me escuchó.
-Mis ojos reflejan peligro. Ahora haceme el favor de desaparecer, ¿Tanto cuesta?
-No. 
-Aléjate, sino mis demonios se enojarán.
-Otra vez los demonios, ¿Qué onda con eso?
Apretó fuerte sus puños y dejándome con la palabra en la boca, entró a clases.
Hice lo mismo. Me debía sentar a su lado ya que los demás pupitres estaban ocupados.
-Otra vez vos. -suspiró -Te voy a dejar, simplemente porque no hay más lugares. No digas nada y ni se te ocurra mirarme. -''Imposible'' pensé.
Era cierto, como no mirarla: Se había levantado un poco el sueter para poder anotar. Sus pulseras se movieron un poco, dejando a la vista cinco cortes, sangre viva, recientemente echos.
Ella se percató de esto y disimuladamente se las acomodó. Pero ya era tarde porque me imaginé un montón de barbaridades.
(...)
Luego de dos horas de aburrimiento alfín tocó el timbre de receso.
-Pueden salir -anunció el profesor... no lo sé, no presté atención así que ni idea de su nombre.
Lali salió y se metió a la cafetería. Se sentó en una de las mesas alejadas del resto, sacó un taper dónde había un par de sanwiches de jamón y queso. Nicolás y Euge aparecieron detrás mío con un pibe alto y algo morocho.
-Peter, él es Gastón. 
-Un gusto -dijo tendiendo su mano.
-Igualmente -estrechamos las mismas.
Volví a mirar a Lali ahí, intacta, mirando su merienda. Cómo si el alimento la fuera a comer a ella.
-Pará un poco, Mr. Disimulo -me dijo Nicolás mientras reía de un chiste que había contado Gastón.
-No ha tocado su comida aún -dije en voz baja.
Ahí fué cuando en un movimiento rápido le dió un mordiscon. No pasaron ni dos segundos cuando dió otro, y otro, y otro más. Una vez con la boca llena se paró, tomó sus cosas y salió corriendo tocándose la panza. Sé a donde concurre esto. No quiero ni imaginarlo.

Oh, pobre Lali:( ¿Qué habrá pasado con ella?
Opinen, ¿Les gusta la nove?


Juli. (ex @AngelitaDLali) (Actual @esposmysmile)

jueves, 25 de diciembre de 2014

Capitulo 3

Dicho esto volvió a sentarse, abrió el libro. Yo tomé mi mochila y me fuí.
Caminé por el pasillo hasta mi casillero. Lo abrí y saqué los libros que necesitaria en esta ocasión: Literatura y geografía.
(...)
Luego de terminar esas dos aburridas clases con un profesor de nariz muy, demasiado respingada y la rubia huecona alfín tocó el timbre.
Me despedí de Nicolas y le agradecí que me acompañara en mi primer día. Creo que vamos a hacer muy buenos amigos en el futuro. Subí a mi auto y arranqué.
Paré en uno de esos semáforos de la avenida principal, miro un segundo a mi derecha. Ahí está ella, todavía con la misma ropa, su colita y esas largas pulseras, que yo siento que le cortan la circulación. Estaba leyendo su libro y de fondo esos gritos y risas de los niños en la plaza, a unos metros del arbol dónde se encontraba ella, Lali.
Un bocinazo de parte del auto de atrás me sacó de toda la tontera que llevaba en ese momento mientras la miraba. Así que tuve que arrancar.
''¿Qué le habrá pasado?'' me pregunté y me encogí de hombros mientras estacionaba mi auto en la puerta de casa.
-¿Cómo te fué? -me preguntó Emilia al verme llegar.
-Es muy lindo el colegio, un tanto aburrido nomás -reí.
-Me alegro -me devolvió la sonrisa -andá a cambiarte, esta noche vienen visitas -guiñó el ojo y salió hacia la cocina.
¿Visitas? No hace ni doce horas que llegamos al país y ya tenemos visitas.
Subí, busqué algo de ropa limpia para ponerme y me entré a duchar. Al salir me puse esta y me arreglé un poco el cabello, que estaba completamente desordenado en mi cabeza.
Sonó el timbre.
-Peter, ¿Podrías abrir? -Me gritó Nicolas desde el patio dónde estaba lavando a Fast, el nuevo cachorro.
Me levanté de mi cama y bajé. Cuando abrí eran nada más ni nada menos que mi tía Fernanda y mis dos primas: Candela y Rocío.
-Hola Peter -saludó mi tía -tanto tiempo.
-Pasen -sonreí y le dí un beso en la mejilla a cada una -¿Y el tío?
-Está acá a la vuelta comprando una cerveza para tomar con Nico -contestó Cande.
-Que grande estás Peter, la última vez que nos vimos tenías siete años -dijo Rocío mirandome de pies a cabeza.
-Sí, crecí muuucho -me hice el superado.
-No jodas Lanzani -rió Candela.
-¿Tu mamá? -preguntó mi tía.
-En la cocina, ¡Mamá! -grité y nos reímos todos juntos de la expresión de Emilia quien tenía la cara llena de harina.
-No me vuelvas a asustar así Juan Pedro, Hola -saludó.
Luego de eso yo y mis primas fuímos a la sala de juegos.
-Hace mil años no juego con vos a la Play -dijo Rocío mientras pasaba sus dedos sobre una consola llena de mugre, producto de estar guardada tanto tiempo durante el viaje.
-¿Y si jugamos ahora? Cuanto apuesto a que te gano -la reté.
-Dale, un partidito. Si yo gano me compras chocolate durante siete meses.
-¿Y si yo gano? -contesté desafiando.
-Junto las caquitas de Fast durante una semana.
-Tres semanas.
-Dos.
-Cinco.
-Cuatro.
-Seis.
-Tres.
-Esta bien -sonreí -Candela vos vas a ser el arbitro.
-¿Y qué gano con eso? -preguntó Candela
-Un cachorro de Fast cuando tenga.
-Fast es macho.
-Te llevo a comprar ropa.
-Está bien -dijo convencida.
Para mi gusto Rocío jugaba bastante bien. Íbamos cinco a cuatro.
-¡Gol! -gritó ella felizmente.
-¡Trampa! -le dije a Candela quien reía detrás de nosotros. Pero no se reía de nosotros, estaba con su celular -¿Qué haces?
-Estoy chateando con Victorio, Peter calláte.
-¡Así no se vale!, ahora no te compro nada de ropa -Rocío soltó una carcajada -¿Y quién es ese tal Victorio?
-Mi mejor amigo -contestó sin dejar la vista de su celular.
Tocaron la puerta de a habitación y me levanté a abrir.
-A comer -anunció mi mamá.
Bajamos y nos sentamos a comer. Emilia había echo pizza casera, mi preferida.
(...)
Luego de que se fueran mis tíos prepraré todo para ir mañana al colegio. Otro jodido día iba a comenzar. 
Logré dormirme después de haber intentado hacerlo durante cincuenta minutos sin éxito. Ella estaba apoderándose de mi mente a cada segundo: Mariana.

Heeey, espero que hayan pasado Feliz Navidad y Lo mejor para ustedes en el 2015*-*
Les dejo otro capítulo, que lo disfruten:) Comenten:o

¡NOS VEMOS EN ENERO!

Juli. (@AngelitaDLali)

miércoles, 24 de diciembre de 2014

Capitulo 2

-Lanzani, no haga que le ponga una falta el primer día de clases -me retó- desé vuelta ahora.
Así estuvimos toda la clase, silenciosa. Pero no faltaba los que se tiraban besos, los que murmuraban y los que tiraban papelitos.
Al tocar el timbre ella tomó sus cosas y salió a la velocidad del viento. Traté de seguirla pero no hubo caso: Se la tragó la tierra.
-Peter, vamos a la cafetería -Nicolás me sacó de la burbuja- De paso te presento a mi novia -dijo con una sonrisa.
-El tercer día y ya tenés novia -dije palmeando su hombro. Íbamos caminando por los largos pasillos de esa secundaria hacía la cafetería.
-No, la conosco desde hace cinco años, yo ya vivía acá pero no venía a esta escuela -respondió Nico.
-¿Te echaron de la otra?
-No. Yo me cambié para estar con ella. Mirá allá está -dijo señalándo una chica rubia que estaba dada vuelta.
Ella llevaba una remera roja y unas bermudas con zapatillas. Tenía el pelo suelto y una vincha de tela del mismo color en ellos.
-Mi amor... -dijo Nicolás acercándose, ella se dió vuelta dejando ver su rostro. Era hermosa, pero no es mi tipo -te quiero presentar a alguien
-Hola -saludó la chica.
-Euge, él es Peter, es nuevo. Peter, ella es Eugenia, mi novia.
-Encantado de conocerte -dije con una sonrisa.
-El gusto es mio -me devolvió la sonrisa -¿Vamos a comer algo? Tengo hambre -dirigiéndose a Nico.
Nos sentamos en una de las mesas de la cafetería y Nico fué a comprar algo para él y para Euge. Yo no tenía apetito, había desayunado.
-¿Y bien? ¿Qué tal el colegio? -me preguntó Euge
-Muy bien -le respondí y ahí recordé a la chica, la que leía bajo el árbol -¿Te puedo hacer una pregunta?
-Claro.
-¿No sabés como se llama esa chica...? -Euge me miró sin entender -La que se viste de negro y... tiene muchas pulseras y... al parecer lee mucho -su expresión cambió.
-Ah sí, la rarita -abrí los ojos -No lo sé. Nunca me junté con ella. Lo único que te puedo decir es que su apellido es Espósito, que corre como las mejores y puede llegar a ser hasta un fantasma, desaparece de la nada... ¿Por?
-Hoy le hablé pero el profesor interrumpió, la quiero conocer.
-Ella no tiene amigos, se pasa el día leyendo. Quien sabe que le habrá pasado, pobre. Yo llegué al colegio en sexto grado y ya era así. Pero hay rumores de que ella era feliz y amiga de todos, no lo sé.
-Acá está tu comida, bonita -Nicolás le dió un alfajor triple blanco y una Sprite. Él se trajo lo mismo nada más que era negro el alfajor.
-Gracias -agradeció ella mientras tomaba los alimentos y los abría -me moría de hambre.
Ahí fué cuando la ví pasar a ella por la puerta de la cafetería, iba con la cabeza agachada, un libro grande entre sus brazos y su mochila a cuestas. Decidí seguirla y me guió hasta el patio, el mismo árbol dónde la ví por primera vez. Ella se sentó, abrió su libro y comenzó a leer. Parecía tan tierna con esa colita, a pesar de todos, ella no era como las demás: Ella no usaba polleras acampanadas ni de ningún tipo, ella no se dejaba el pelo suelo, ella no se maquillaba. Era totalmente diferente y eso es lo que hacía que yo quiera conocerla.
Comencé a caminar sin importarme nada, llego y me siento a su lado, pude notar como salta de su sitio y respira entrecortadamente.
-Hola, soy Peter, ¿Vos? -sonrio. Ella no me miraba.
-Una persona a la que no le interesa saber tu nombre -dice recogiendo sus cosas y parándose rápido.
-Esperá -la cojo del brazo y la suelto al sentir que ella se asusta y da un paso hacia atrás.
-Soy Mariana, ahora déjame en paz.
-Bonito nombre, pero es muy largo, ¿No crees?
-No sé, no me importa -Sus brazos de cruzar, como cubriendo su cuerpo.
-Te voy a llamar... ¿Cómo es tu color favorito?
Frunce el ceño, tiene unos hermosos ojos, color café. Aún así sigue sin mirarme.
-Morado -Dice sin mirarme -Aléjate de mí, no te me acerques.
-Mmm... ¿Lila? ¿Te gusta ese color? -Pregunto ignorando su última acotación. Ella asiente lento, con la mirada gacha -Dale entonces, te diré Lali... -Se queda un momento pensativa -Por Lila, La-li...
-Soy peligrosa, ¿Peter? -duda de mi nombre y yo asiento -déjame a mi a mis demonios tranquila.
-¿Tus demonios?
-Sólo... aléjate.

Holaaa, Feliz NocheBuena, Feliz Navidad y Feliz años nuevo♥ En enero nos vemos!
Nuevou capítulo, con una Lali media... Wow ah
Comenten, sé que están del otro lado:* (Aunque sea anónimo)<3

Que comiencen su 2015 re groso♥ ah

Juli. (@AngelitaDLali)

martes, 23 de diciembre de 2014

Capitulo 1

Me levanto a las seis como cualquier día, miro a mi alrededor, extrañado, ¿Dónde estoy?. Luego recuerdo, esta es mi nueva casa. Hoy es mi nueva vida.
Me levanté resfregando mis ojos que aún no se daban cuenta que ya era de día, ellos estaban acostumbrados a la hora de Italia. Quien sabe que estarán haciendo mis amigos allá... Mis amigos...
Entro al baño y me lavo la cara con ese agua fría que despierta a cualquiera. Me puse una remera con mangas y un estampado con una calavera, unos jeans azules nuevos con unas zapatillas de cuerina blancas. Creo que es lo más formas que tengo. Bajo a la cocina y ahí está Emilia, con el desayuno en la bandeja.
-Buenos días, hijo -sonrió -pensé que no ibas a despertar, te estaba por llevar el desayuno a la cama.
-Gracias, si querés dejalo en la sala que yo ya vengo -contesté y subí a buscar mi mochila, la cual había dejado en mi habitación.
Bajé nuevamente las escaleras y me senté en el sofá para tomar mi desayuno mientras miraba entretenidamente un partido de fútbol en Italia.
-Debes irte, llegarás tarde -avisó mi papá entrando por la puerta -abrígate antes de salir -me obligó.
Tomé mi campera, subí mi mochila a los hombros y salí. Saqué las llaves de mi auto y lo abrí, entré.
Le dí dos vueltas a la palanca que hacía que la ventana se abriera. Prendí la radio y comencé mi ruta rumbo al colegio. El viento chocaba suavemente con mi cara y volaba mis pelos con ese cálido ambiente de primavera en Buenos Aires.
Estacioné mi auto a media cuadra del colegio. Tomé una gran bocanada de aire y suspiré. Este día estaba comenzando.
Agarré mis pertenencias y bajé del auto cerrando la puerta despacio.
Caminé esas cuadras y apenas iba llegando unos cuántos me miraban extrañados, pero luego seguían en lo suyo. Había chicos gigantes, musculosos, algunos rubios, castaños, morochos. Había chicas altas, la mayoría eran rubias pero de leeejos se notaban que estaban teñidas. Entré y me dirigí al casillero 152, el que me habían asignado. Puse la clave y guardé un par de libros que no me harían falta para las primeras clases. Cerré y continué caminando. Llegué al patio y me quedé helado al ver a una chica: Era morochita, tenía ura remera lisa de color negro, un short de jean negro, plataformas rojas, una colita de costado simple que sostenía esos pocos y morochos cabellos, también tenía muchas -demasiadas- pulseras de gomita en una de sus muñecas. Estaba sentada contra un árbol, leyendo y con su mochila al costado.
-Ella antes no era así -me dijo un chico tocándome el hombro -nosé que le pasó...
-¿Como era antes? -pregunté
-Era amiga de todos, era una chica muy alegre, soñadora. Por cierto, soy Nicolás -dijo poniendo su mano.
-Peter -respondí estrechandolas.
Tocó el timbre.
-¿Qué clase tenés ahora?
-Un segundo -dije sacando los papeles -Biología.
-Vení, podés sentarte conmigo si querés. Llegué acá hace dos días, estoy solo -sonrió.
Así que entramos en la clase con el profesor Fernández.
A los tres minutos de comenzada la clase entró ella, la chica.
-Espósito, llega tarde -la retó el profesor.
-Perdón, no encontraba mis horarios -se excusó ella con la cabeza agachada y sus libros en los brazos.
-Vaya a sentarse, que sea la última vez Espósito.
Ella se sentó en un pupitre vacío atrás de nosotros.
-Hola, soy Peter. ¿Y vos?

Holaaa, bueno espero que les haya gustado el primer capítulo.
Si quieren que les avise cuando suba pueden dejarme sus Twitter, yo les aviso.
Feliz Navidad, cada uno aún lleva su niño dentro. Pidan regalos ahre jajaja

Juli. (@AngelitaDLali)

lunes, 22 de diciembre de 2014

"Ayúdame" - Sinopsis

Nueva ciudad, nuevo colegio, nuevos amigos, nueva vida para Juan Pedro, alias Peter. Recién llegado de Roma con su familia por una nueva oportunidad que le han ofrecido a su padre. Es un chico común y corriente que con el paso del tiempo se encontrará con Mariana, una chica... Extraña. Por así decirlo. Pero con secretos ocultos que estremecerán a Peter, lo dejarán helado. Ella está en una prisión, dónde conviven ellas y sus propias pesadillas diarias.
Él insistirá en ayudarla, en sacarla de su burbuja negra, aullentará cualquier mal. 
La transformará en una nueva chica.


Hey hey hey, algunos ya me conocerán, pero si no: Julieta, 13 años, Argentina. 
A partir de ahora haré dos Novelas Laliter por que los amo mucho ah.

novelaslaliterblog.blogspot.com  es mi otra novela, pueden pasarse si gustan<3

Si quieren me dejan sus Twitter en sus comentarios, yo les aviso cuando subo;)

Juli. (@AngelitaDLali)