jueves, 26 de febrero de 2015

Capítulo 28

Los ojos de Lali se abrieron exactamente a las ocho y treinta y seis de la mañana. Era sábado y la semana había pasado increíblemente volando. Hoy tenía que ir a acabar con todo su mundo color negro. No más.
Se dejó el cabello suelto y un conjunto de una remera blanca con una sandía en el centro y un short rojo más unas zapatillas negras. Se miró en el trozo de espejo que le había quedado: nunca se había sentido tan linda en toda su vida. Sonrió satisfecha y salió.
¿Qué loco, no? Ella nunca había pensado en esto. Sentía que nadie la quería, que nunca  iba a ser común, que sería una patética amante de los libros, sin amigos, sin novio, sin nada. Saludó con la mano a la señora Gaitán que regaba las flores amarillas de su hermosa vereda, esta la miró extrañada, pero optó por saludarla. Lali le sonrió. Cruzó la calle.
A las tres cuadras de caminata ya se veía la punta de aquella gran construcción a la que le llamaban Iglesia.
Las campanas chocaban entre sí anunciando las nueve en punto de la mañana. Terminó de caminar el último trayecto. Quedó un segundo mirando de pies a cabeza el gran lugar. Un escalofrío le había recorrido desde el dedo gordo hasta la punta del último pelo. Aún recordaba ese día. Se acercó a la puerta y pujó para entrar, esta hizo un chirrido: como cualquier puerta vieja, viejísima. 
Dentro del lugar no había mas de quince personas orando frente a una gran cruz. A un costado estaba el Padre, hablando con una muchacha que traía una pequeña niña en brazos. Supuso que la estaba bendiciendo, o algo así. Se sentó en una banca a esperar que esta termine. Cuando la joven se fué, se acercó a él. Obvio, el hombre quedó completamente paralizado al verla.
-¿Mariana? -le sonrió.
-Sí -ella se acercó a él y le dió un suave abrazo.
-Pero... ¿Cómo? ¿Sobreviviste? -preguntó.
-Umm... No les doy bolilla, son un poco molestos pero... -se encogió de hombros, no tenía nada para decirle. -Vengo por... eso... -murmuró.
-¿Tuviste una hija? -volvió a preguntar tapándose con ambas manos la boca.
-No -rió Lali -No voy a lastimar a nadie más. No se preocupe, no soy como mi mamá...
-Hablando de ella, ¿Dónde está?
-Prefiero no hablar de eso. Luego de castigarme la vida desapareció de ella -rió irónica-. En fin -cambiando de tema-. Necesito que usted se haga cargo de la ceremonia.
-Claro, mi niña -acarició su mejilla. Sonrió y la abrazó-. Estás tan grande Marianita -dijo pasando su mano por los cabellos de Lali. 

Peter

Me había despertado de buen humor, no lo sé porqué. Me puse mis zapatillas deportivas, me coloqué los auriculares y salí a correr. 
Lali, Lali, Lali y más Lali era lo único que resonaba en mi cabeza. Ya ni las canciones que se reproducían en mi mp3 cantaba. Siempre me confundía en las letras, todo por pensar en ella.
Me siento en una banca del parque en frente del colegio y la veo: Estaba mirando unos vestidos en una vidriera. Paren: ¿vestidos?
Miró hacía atrás y rápidamente me hice el disimulado. Se encogió de hombros y entró en el local.
(...)

Treinta minutos más tarde, ella salía del mismo lugar con una bolsa, una inmensa bolsa. Cruzó la calle y de su cartera sacó un libro. Colocó la bolsa a un costado y se sentó a leer.

LALI

Ya tenía todo preparado para la ceremonia. Eso creo. Según José, el cura a cargo, debía estar vestida no igual, sino parecida a aquella vez. Así que fuí a un local de ropa para fiestas de noche y me conseguí el vestido, los zapatos y la vincha de flores. Listo.
Eran mis últimos días con vista. No había posibilidades de que yo me libere de esto sin alguna clase de castigo. Al salir crucé hacía la plaza de enfrente.
-Mi último libro... -murmuré al sentarme en uno de mis árboles favoritos. Rápidamente limpié una lágrima que había caído en la tapa para que esta no se manche.
Comencé a leer, estaba en los últimos capítulos y la historia era demasiado atrapante. Sonreí al terminarlo, lo guardé en mi bolso y me fuí a casa.

PETER

Lali se levantó de su lugar.
Hace varios días vengo pensando en tenerla conmigo para siempre. Está más que claro que ella es la indicada y yo soy su indicado.
Me había pasado toda la hora en la que estuvo sentada allí buscando una florería, la cual quedaba a media cuadra de la plaza. Hoy tenía que lograrlo, hoy sí.
-¿Peter? -preguntó una voz conocida, yo estaba de espaldas. Me dí vuelta y ahí estaba Lali: con su sonrisa, sus ojos marrones bien profundos. Esos ojos...
-Lá -sonreí y le dejé un lugar en la banca, dónde se sentó.
-¿Y esas flores?
-Bueno... Em... -justo ahora mis pensamientos estaban en blanco, ¡mierda! Debía improvisar- ¿Viste cuando dos personas se quieren, y hacen todo lo posible para estar juntos? -asintió- bueno, eso mismo me está pasando con vos, Lali. Yo quiero dejar de seguir ocultándolos, yo también sé que vos me amas -abrió los ojos como platos- Si vos aceptás esto, yo voy a ser feliz, y te voy a ser feliz -sonreí-. Porque no hay una persona tan maravillosa como vos. Quiero compartir algo más que una amistad... ¿Querés ser mi novia?

aAaAaAa voy a explotar♥ ¡DECÍ QUE SI LÁ!
Perdonen por no subir antes, tenía cero inspiracion :c

Si comentan mucho mucho mucho para hoy esta tarde subo otro capítulo :)

Juli. (@esposmysmile)

viernes, 20 de febrero de 2015

Capítulo 27

''NO TE RINDAS''

Lali se puso a llorar sin control en el hombro de Peter mientras él no la soltaba. El momento los había llenado de lágrimas. Rochi decidió cortar con todo. Se paró y encendió la música.

Los milagros ocurren cada día,
si tenemos la fuerza de soñarlos.
Intentamos y volvemos a intentarlo,
aparecen y transforman los deseado.

Peter se desprendió del abrazo de Lali. Con el pulgar les secó las lágrimas y ella le sonrió. Él le devolvió el gesto.

Aprendemos a ser fuertes,
las heridas nos duelen en el alma.
Con la fuerza del amor nos liberamos,
llega el viento y se lleva las tormentas.

Nico se paró y le extendió la mano a Euge. Esta se dejó. Gastón empezó a marcar el ritmo de la canción con los pies, aún con la cabeza agachada.

No te rindas,
estoy con vos.
No te duermas,
estoy con vos.
No te escondas,
estoy con vos.
No te pierdas,
me pierdo yo.

No te rindas,
estoy con vos.
No te duermas,
estoy con vos.
No te escondas,
estoy con vos.
No te pierdas,
me pierdo yo.

No te rindas, estoy con vos.
No te duermas, estoy con vos.
No te escondas, estoy con vos.
No te pierdas, me pierdo yo.

Nico empezó a dar leves saltos al ritmo de la música. Le agarró ambas manos a Euge y ella hacía lo mismo. Gas levantó la cabeza y rió ante las disparatadas de Nico. Lali le sonrió a Peter mientras marcaban el ritmo.

No tenemos dolores ni tristezas,
ni escondernos ni llenarnos de mentiras.
La esperanza es un camino día a día,
Poniendo el corazón como bandera.

Aún es posible que algo crezca,
porque siempre hay ángeles que riegan.
El milagro de la vida esta presente,
lo que vale es que vos, no estés ausente.

Gas se paró, tomó la mano de Rochi y ambos empezaron a saltar, junto con Nico y Euge. Entre todos se secaban las lágrimas. Lali sonrió y se unió a ellos.

No te rindas,
estoy con vos.
No te duermas,
estoy con vos.
No te escondas,
estoy con vos.
No te pierdas,
me pierdo yo.

No te rindas,
estoy con vos.
No te duermas,
estoy con vos.
No te escondas,
estoy con vos.
No te pierdas,
me pierdo yo.

Para este entonces, todos estaban abrazados. Inmoviles. Hasta que Lali se aburrió de tanta tristeza. Empezó a bailar y saltar como si nada hubiera pasado. Los chicos le seguían la corriente y giraban en ronda a la música. Basta de llantos, basta de dolor. La vida es fiesta.

No te rindas,
no te duermas
no te escondas,
no te pierdas,
no te calles,
no te rindas,
no te escondas,
no te duermas,
no te rindas,
no te duermas
no te escondas,
no te pierdas,
no te calles,
no te rindas

Yo, estoy con vos.

Y así terminaron, abrazados, felices. Cómo tiene que ser.

Los A M O ♥ kfsaofkas Acá tienen su capítulo! ULTIMOS CAPÍTULOS! :O
Las invito a pasarse por mi otra novela :p Es Laliter y Niceuge, y es júvenil, sólo para pasar el rato. → novelalaliteryniceuge.blogspot.com.ar

Las quieeeero*-* a
Juli. (@esposmysmile)

miércoles, 18 de febrero de 2015

Aviso

Tema: Próxima Novela.

Cómo ya saben, #Ayúdame está llegando a su final. Sí, es triste. Pero ya tengo una novela nueva para comenzar, ¡Siii! El problema es que estoy entre dos opciones, y como ustedes son los que leen preferiría que la eligieran a su gusto, así escribo algo que les interese. Así que acá abajo les dejo las dos opciones:

                                       ¿Quién?
Mariana y Marianella son las típicas hermanas gemelas: Lo que significa que son completamente iguales.
Pero no completamente iguales: Mariana, más conocida como ''Lali'' es una alegre chica, compañera y amigable. Ojo, eso no quiere decir que no tenga sus problemas. En cambio, Marianella es, en pocas palabras, una rebelde. La que siempre termina borracha en las fiestas, ama portarse mal y está en el grupo más ''popular'' del colegio, dónde le dicen Marianegra.
Acá el problema es que son gemelas. Nadie las puede diferenciar. Al menos eso creían, hasta que llegó Peter. Un joven que se enamoró de Lali, y podrá diferenciarla de Mar, ¿O no?


                              Powers
Luego de estar encerrada durante dieciséis años, Lali puede escapar de aquella casa dónde fué ocultada durante todos esos años.
¿El motivo por el cual estaba encarcelada? Lali posee algo que la humanidad no. No es común, o al menos eso le hicieron creer. Ella no piensa eso y cree que puede ser una más de esa gran sociedad. Quiere ser como los demás. 
Tiene extraños poderes psíquicos: como la Telepatía*, y otros quinéticos: como la Telequinesís* y la Fragoquinesís*.
En su camino hacía la vida se encontrará con Juan Pedro. Un amigable chico, quién le enseñará como es la vida de un adolescente, integrándola en su grupo de amigos y atrayéndola a su vida privada.


Bueeenop, acá están las dos. Cómo podrán ver en Powers soy una fanática de la ficción jajaja bue. Me encanta ponerle poderes a Lali, cómo en Ayúdame cuando ella hablaba con espíritus :p
Cómo podrán ver en algunas palabras de Powers puse un * es porque aca abajo están los significados de esas palabras, para que se den cuenta de lo que hablo:
*TELEPATÍA: capacidad de escuchar los pensamientos de otra persona, o de hablarle mentalmente,percibir y recibir pensamientos leerlos mentalmente.
*TELEQUINESÍS: capacidad de poder mover objetos con la mente.
*FRAGOQUINESÍS: poder romper objetos con la mente.

Bue, jaja espero que hayan entendido. Para ser más precisos necesitaría que eligan UNA SOLA, si no se deciden tengan en cuenta que van a tener tiempo de hacerlo hasta que termine con Ayúdame.
Las quieeeerop ♥

Juli. (@esposmysmile) 

Capítulo 26

Este capítulo es muy -demasiado- triste. Disfrútenlo.

Eran las tres de la tarde y Peter no venía por ella. Le pareció extraño. Intentó llamarlo pero no contestaba. Buscó la caja donde guardaba los números de los demás: Nadie le atendía.
Estaba preocupada, temía que les hubiese pasado algo. Fué hasta su ''habitación'' y colocó la muñeca que solían tirar sus ''amiguitos'' cuando ella los llamaba en la repisa. Se sentó en una punta del cuarto y se aferró a sus piernas.
-Demonios... Salgan... Yo sé que están aquí -susurró debilitada tratando de que las lágrimas no aparecieran.
Cerró sus ojos mientras ocurría lo mismo de siempre: La ventana se abría, la muñeca caía y el piso hacía extraños ruidos, como pasos.
''Qué quieres, Lalucha'' Le susurró alguien en los oídos.
-¿Qué le hicieron a mis amigos? -preguntó agachando la cabeza. Ocultándola entre sus piernas.
''¿Así que tenés otros amigos?, Te olvidaste de nosotros'' Preguntó otra voz un tanto más gruesa.
-Díganme que hicieron con ellos... -volvió a repetir.
''No hicimos nada''
-Sí, ustedes son capaces de todo.
''Es la verdad, no hicimos nada. Si quiera hablaste con nosotros estos días -rió ironicamente-'' 
-No es necesario que yo les hable, ustedes me siguen a todos lados -murmuró.
''Sí, es cierto. Pero no les hicimos nada a ellos''
-¡Díganme que pasó con ellos, mierda! -hizo de sus manos un puño, se paró y golpeó duramente las paredes de madera.
''No-Hicimos-Nada, ¿Te queda claro? Ahora nos vamos, no tenemos porqué pelear con vos. Ah, y andá a la casa de Nicolás.''
-No sé dónde queda la casa de Nicolas, no se dan cuenta que Peter iba a pasarme a buscar para llevarme.
''Entonces andá con Peter, si es que lo encontrás''
-Oh no, ¿¡Que le hicieron a Peter!?, ¡hablen! -gritó con furia tirando todos los cuadros de su repisa.
Nadie contestó, esto iba de mal en peor. 
-¡AAAAGH! -gritó al salir de su habitación. Tomó la pata de la mesa y la revoleó por el aire.
Tomó su campera, aunque sabía que afuera hacía cuarenta grados de calor. Agarró las llaves y salió.
(...)

Corrió las tantas cuadras que había desde su casa hasta la de Peter. No sabía exactamente cuantas eran. Hasta que llegó a una casa color rojo, tenía dos pisos y había un hermoso perro atado en el árbol de afuera. Miró la dirección, sí, esa era su casa. 
Se acercó rápidamente, el animal no paraba de ladrar y ella golpeaba firmemente la puerta esperándo que un Peter dormido y se haya olvidado apareciera, pero no. La atendió una mujer rubia, muy linda.
-¿Sí? -preguntó asomándose por la puerta.
-Hola, soy Mariana Espósito la amiga de Peter -dijo apurada, la mujer la miró confundida -Me dicen Lali.
-Aah, ¡Hola! -le besó la mejilla -Peter siempre habla de vos, sos muy linda -le sonrió. Lali se sintió bien ante el comentario -¿Qué necesitás?
-¿Está Peter? -preguntó -Ay, perdón. ¿Vos sos?
-Soy Emilia, la mamá de Juan -rió -Y no, no está acá. Dijo que iba a la casa de un tal Nicolás, ¿Puede ser? -preguntó y yo asentí.
-¿Y no sabe hace cuánto se fué? Disculpe que la llene de preguntas, pero debía pasar por mí y no lo hizo, y eso me tiene preocupada.
-A ver, esperá. ¡Nico! -gritó y un hombre alto apareció por la puerta.
-¿Qué pasa? -preguntó
-¿Hace cuanto se fué Peter?
-Hace... -miró hacía atrás, Lali supuso que había un reloj -Una hora -dijo.
Lá sintió que su corazón se desmoronaba, ¿Qué le habrá pasado?
-Y... ¿No sabe la dirección de Nicolás?
-Creo que sí, Peter dijo algo de "Los troncos 3609" creeo -supusó. Lali la abrazó.
-Gracias, muchas muchas gracias -le sonrió -Ya vamos a tener tiempo de hablar, y disculpe la molestia.
No dejó que Emi le contestara. Salió corriendo inmediatamente. Mientras cruzaba la calle iba marcando cada uno de los números agendados. Sin éxito alguno: Nadie respondía. Corrió a través de la gente. Iba cruzando por la plaza cuando un pequeño que estaba jugando por aquellos lugares le metió un pelotazo en la cabeza. Cayó y gimió el dolor. El niño se le acercó y le tomó la mano para ayudarla.
-Perdón chica... yo...
-No pasa nada -le sonrió y le pasó su pelota -Los accidentes pasan, ahora si me disculpás tengo que seguir. No te preocupes, ¡Un beso! -le gritó dejándolo atrás.
Definitivamente hoy no era su día.
Llegó a la calle, pero no sabía muy bien donde estaba. Justo pasaba una mujer.
-¡Señora! -gritó -Disculpe, ¿Usted no conoce la casa de... -se quedó pensativa -Riera?
-Sí -le sonrió -Es aquella -señaló una casa color naranja y en hermoso enrejado blanco.
-Gracias.
Fué caminando hasta la casa, vió que en la puerta de aquel garaje estaba el auto de Peter estacionado. ''¿Se olvido de mí?'' se preguntó por dentro, sintió que iba a llorar. Se acercó al timbre y lo tocó. Vió un movimiento en la cortina: Había gente dentro.
Luego de volver a tocar el timbre salió Nicolás: llevaba los ojos algo hincados y la cara colorada.
-¿Pasó algo? -preguntó ella.
-Pasá, necesitamos hablar con vos... -fué lo único que le dijo dejando paso para que Lali pudiera pasar.
Al entrar no podía creer lo que estaba viendo: Euge y Rochi sentadas en un sofá con lágrimas en los ojos. Gastón en un rincón hecho un bollito con la cabeza gacha. No se podía ver si estaba llorando pero se notaba su tristeza. Peter no estaba ahí.
-¿Qué paso? -preguntó con un hilo de voz al verlos así. Euge levantó la cabeza y la miró con pena. No dudó un segundo y corrió a abrazarla. -¿Dónde está Peter? -sus ojos se llenaban de esa salada agua.
Euge la abrazaba más y más fuerte. Rocío se le acercó e hizo lo mismo. 
-Perdón, perdón -susurraban en su oído.
Lali abrió los ojos como platos: se estaba dando cuenta de lo que estaba pasando, o al menos eso creía. Miró a Gastón, este levantó apenas su cabeza.
-Perdón Lali, ellos tenían que saberlo -susurró audible con la voz hecha mierda.
-¿Dónde esta Peter? Necesito hablar con él -repitió. 
-E-esta... En el baño -Nico señaló una puerta de madera al lado de la escalera. Lali forcejeó haciendo que las chicas la soltaran y corrió hacía el lugar. Golpeó fuerte la puerta.
-Peter, ábreme... por favor -suplicó. Sus propias lágrimas nublaban la vista. -Peter... por favor -volvió a repetir. Nadie contestaba -¿Pitt? ábreme enserio. -volvió a golpear. Dentro del baño se escucharon los llantos por parte de él. Lali no podía contra esto, estaba llorando por su culpa -Por favor, Peter. Necesito hablarte -acarició la puerta con la mano. Sus piernas se debilitaron y cayó al suelo entre sollozos.
-¿Estás bien? -le preguntó Euge acercándose.
-No lo voy a estar hasta poder hablar con él... -murmuró Lali y otra vez se paró para seguir golpeando la puerta -Peter... ¡Por favor! -lloraba y azotaba su cabeza contra la puerta.
Se escuchó el ruido de la llave al girar. Peter apareció con los ojos llenos de lágrimas, la cara roja y el pelo revuelto. Lali se acercó a él y Peter la abrazó. La abrazó muy fuerte. No quería soltarla nunca más.
-Te prometo que de ahora en más nunca vas a estar sola... Te voy a cuidar, te amo -le susurró al oído.

Lloro :'( Peter se enteró de todo al igual que los chicos ö T_T
¿Qué pasará ahora? ¿Peter estará o no con Lali? ¿Podrán olvidar el pasado y vivir su presente? ¿Gastón hizo bien o mal al contarle todo? ESPERO SUS COMENTARIOS♥

Quería avisarles que a esta nove les quedan unos cuantos capítulos en los que pasara DE TODO. Mientras más rápido sean los comentarios, más rápido se van a ir enterando :p igual, no se pongan tristes, en un rato subo otra entrada que dice ''AVISO'' ahí están los dos opciones para la próxima novela. USTEDES la van a elegir♥ tienen tiempo de votar hasta que termine Ayúdame.

Las ammmmmo☺
Juli. (@esposmysmile)

martes, 17 de febrero de 2015

24 y 25

Holaap volví :p Necesitaba despejarme un toque y además estamos en época de Carnaval así que con mis primos alquilamos una combi y nos fuimos todos a la quinta de mi abuelo que queda a 700 km de capital. Tiene un patio grande asi que pudimos jugar a baldazos limpios y globos de agua etc. Bue, re que ni les importa pero tenía que decirles la razón por la cual no subí en estos días, y por eso les traigo dos capítulos hoy♥

Juli. (@esposmysmile)

Capítulo 24

Al otro día Lali se levantó para ir al colegio. Buscó entre sus ropas algo cómodo. Afuera hacía un calor, para imaginarse digamos que se podía hacer un asado sin necesidad de encender la parrilla. Así de fuerte estaba este día. 
Tomó su desayuno sola, ya que Gime fue a hacer unas compras y debía pasar a buscar los papeles renovados de la casa, porque los anteriores se habían vencido. 
Agarró su mochilita, se la colocó en los hombros y salió. El fuerte sol la cegó un toque, pero luego se le pasó y siguió caminando.
-Qué calor -renegó.
Hizo dos cuadras más y paró en un quiosco dónde se compró un agua helada para poder consumir en las próximas once cuadras. Si hacía cuarenta y dos grados de calor y eran las siete y media de la mañana, no quería imaginarse cuando se hagan las diez. 
Un auto paró detrás de ella y una voz conocida la llamó.
-¡Lá! -gritó y ella se dió vuelta. Cubrió el sol con una de sus manos para poder ver quién la llamaba. Era Peter.
-¡Hola! -sonrió y él bajó del coche.
-¿Querés que vayamos juntos al colegio? -preguntó.
-Si no es molestia, por favor -suplicó.
Peter la tomó de la mano y la condujo hasta el asiento del copiloto, abrió la puerta, ella entró y la volvió a cerrar. Dió toda la vuelta y entró por el lado del conductor.
-¿Porqué no me llamaste? Te podría haber pasado a buscar, no me gusta que camines sola por estas calles y encima con el calor que hace -la retó en buen sentido. Lali se encogió de hombros.
-No me gusta molestar, ¿Querés? -le enseñó la botella de agua fría.
-Sí -aceptó y puso en marcha el coche -Bajá el vidrio si queres, se me rompió el aire acondicionado -hizo una mueca mientras tapaba la botella. Lali rió -¿Ya te dije que tienes una hermosa sonrisa?
-Unas ciento cincuenta y siete... Mil veces -carcajeó.
No pudieron hacer demasiado porque llegaron rápido al colegio. Ahí estaban los chicos en la entrada ya que todavía no habían abierto el portón principal.
-Me parece que llegamos temprano -sonrió Peter.
-¿Nos bajamos o nos quedamos acá? -preguntó La.
-¿Está mal si te planto un beso?
-¿Q...
No pudo terminar la frase. Peter la había acorralado contra la puerta del coche. Ambos sentían ese cosquilleó en todo el cuerpo. Peter se le iba acercando algo miedoso, no quería hacerle mal con su pesado cuerpo. Pero al fin y al cabo la que lo tiró de golpe fue ella uniendo sus carnosos y rosados labios en los de él. 
Lo que no sabían es que sus amigos reconocieron el auto de Peter y se habían acercado. Lo vieron todo y no iban a quedarse atrás con esto.

Capítulo 25

-¿Qué hacen? -rió Euge. Peter saltó del susto aplastando a Lali, esta pegó un leve grito de dolor. -¡Ay, perdón! -se disculpó Euge.
Lali se paró y rió. 
-No pasa nada Eu -llevó sus ojos a su estómago, tenía un moretón echo por la pierna de Peter. -Ay. -se quejó cuando lo tocó. 
-Perdón Lá, me asusté -Peter agachó la cabeza.
-No pasa nada -sonrió -Em... v-vos... ¿Ustedes nos vieron? -preguntó ella avergonzada.
-Oh, sí. Todo. -Nicolás la miró pícaro y Lali se puso roja. Se escondió como una pequeña niña indefensa en el cuello de Peter -Son más tiernos -rieron. -Los dejamos solos, creo que arruinamos el momento.
-¿Ya se fueron? -preguntó Lali después de unas segundos.
-Sí La -sonrió Pitt al ver su cara -Estás muy colorada -acarició su mejilla.
-¿Y ahora? Ya nos vieron -dijo.
-No me interesa mucho -intentó levantarle la remera pero Lali se cubrió con ambas manos. -No seas arisca, déjame ver.
Lali quitó sus manos dejando ver un moretón del tamaño de la pierna de Peter.
-Perdón, Lali -apenado -¿Te duele?
-Un poco, pero ya se me va a pasar -sonrió ella -Ahí abrieron la puerta, vamos.
Salieron ambos del coche. Peter la abrazó por la cintura y así entraron al colegio. 
-Pitt -susurró -Nos miran raro.
-Es obvio después de verlos chapar -rió una alumna que quién sabe quien era.
-¿Vos nos viste? -preguntó Lali.
-Todo el colegio los vió, nos vemos -cerró su casillero y se fué.
-Esto es muy loco, yo. ¿Entendés? La rarita, chapándose a un galán. Vamos a salir en todos los diarios de mundo Peter -lo sacudió.
-Dejá de hacerte la cabeza -le dejó un tierno beso en el cachete. Euge se les acercó.
-Holiiiiii -dijo.
-Boluda por tu culpa todo el mundo nos vió besándonos -Lali le dió un suave golpe en la cabeza.
-Perdón -rió -¿Tu estómago?
-Estoy bien -rió.
El timbré tocó y entraron a clases.
(...)

-Che, ¿esta tarde nos juntamos en mi casa? -preguntó Nico -Mi papá limpió la piscina y con el calor que hace -dijo abanicándose con la mano.
-Nosotros vamos -gritaron todos al unísono, incluso Lali. Todos la miraron extrañados, ella no es de hacer esas cosas.
-¿Qué?¿No puedo tener calor? -rió.
-Nos vemos -sonrió Nico y se fué de la mano con Euge. Lo mismo hizo Gastón con Rocio.
Peter le sonrió y Lali. Ella le guiñó un ojo y se fue. Esperándo que él pase esta tarde a buscarla.

Bueno, no son los graaan capítulos, pero ando sin inspiración.

PD: Se me dió por leer algo Laliter. ¿Ustedes tienen alguna novela? ¿Me la recomiendan? Plzz :o




jueves, 12 de febrero de 2015

Capítulo 23

PETER

El taxi me bajó en mi casa. 
-¿Cuánto es? -pregunté.
-Serían... Treinta y tres con cincuenta -sonrió, como cualquier taxista.
-Tenga -No tenía cambia así que le dí treinta y cinco -Quédese el vuelto.
-Muchísimas gracias -se bajó del coche junto conmigo y abrió el bault dónde estaba mi valija. 
La tomé y busqué entre los bolsillos de mi pantalón la llave para entrar a casa. 
-¡Familia, llegué! -grité una vez dentro.
-¡Peter! -vino Emi a saludarme -¿Cómo andás? ¡Tanto tiempo! -sonrió.
-Todo bien mamá -sonreí -Tomá -le alcancé los papeles que nos habíamos olvidado por Roma -Ahora si no te molesta, tengo que ir a visitar a una persona muy especial. -subí las escaleras con mi valija en manos y, literalmente, la revoleé en mi habitación. Bajé corriendo, tomé las llaves y salí.
Mi auto estaba en el garaje, pero eran más fuertes las ganas de ver a Lali que salí corriendo. Su casa estaba a veintidós cuadras de la mía. ¿Piensan que paré en algún segundo? Jaja, no. Sólo me detenía para mirar a ambos lados para cruzar la calle, luego me chocaba a medio mundo. Incluso una vieja me echó una puteada pero... ¿Me importa?
(...)
Llegué algo alterado. Me detuve un segundo, me arreglé la camisa y toqué a la puerta. 
Nadie atendía. Esperé treinta segundos y volví a tocar. El resultado fue una Lali muy... No sé, me quedé helado.
No vestía sus típicas ropas negras, estaba despeinada, con los ojos muy -demasiado- rojos y se notaba que había intentado maquillarse, pero sus propias lágrimas habían logrado que se corriera todo.
-¿Qué te pasó? -pregunté.
-Abrázame -respondió con lágrimas en los ojos. No dude un segundo: le dí un tierno apretón. Ella lloraba en mis brazos. Me dolía el alma verla así.
(...)
-¿Ya puedes?
-Sí -dijo limpiándose las lágrimas.
Había llorado en mi hombro unos quince minutos. Ambos estábamos sentados en el sofá de la cabaña.
-¿Me querés contar porque una princesita como vos está llorando de esa manera? -sonreí y corrí un mechón de su pelo.
-Lo siento, Peter. Tendrías que haberme visto bien por tu llegada, y yo con mi estúpidos juegos de niña. Soy una idiota -susurró.
-No, no es problema. ¿Me vas a contar?
-Te vas a reír -dijo cabizbaja.
-No me voy a reír -juré, y era verdad.
-Sí, te vas a reír -insistió.
-No, no me voy a reír -volví a repetir.
-Yo... Y-yo quería un cambio -susurró.
-¿Un cambio?
-S-si, no me siento cómoda siendo la chica fría, la que se asusta por todo, la inútil... quería cambiar -decía en un hilo de voz. -Soy fea, Peter. No me gusto para nada -otra vez el llanto.
-Sh... No llores... Para mí sos perfecta así como sos -ella levantó su cabeza y yo le sonreí.
-¿E-enserio? 
-Enserio.
-¿No me mentís?
-No te miento, Lá.
Volvió a cubrirse la cara con ambas manos.
-Seguro estoy horrible, se me habrá corrido todo el maquillaje.
-Parecés una cheta -reímos los dos.
-¿Querés tomar algo? Ya de paso me contás como te fué todo por allá.
-Dale -sonreí.
Pasamos una tarde maravillosa, cómo ella. Me parecía muy tierna con esa remera, aunque la prefiero de negro con el ceño fruncido y el pelo recogido. Así la conocí y así la quiero toda la vida. Me senté en unas de las hamacas en el patio y la esperé. 
Allá venía, con una bandeja que traía dos vasos de ese jugo bien dulce de naranja y la bandeja de galletitas: amaba esos platos.
-¿Todo bien? -preguntó y yo volví de quien sabe dónde.
-S-sí -reí -Sentate -le señalé la hamaca que estaba a mi lado.
Agarró una Oreo, la abrió y le comió la crema. Me estaba tentando cada vez mas, me miró y alzó una ceja.
-¿Qué tanto me mirás? La galletita no me va a hacer daño, eh -rió y volvió a fruncir el ceño -perdón.
-No pasa nada, ''Reír te Salva'' -mencioné.
-Voy a intentar hacerlo más seguido entonces -mordió la galletita.
-¿Sabes que no hicimos?
-¿Qué?
-Esto.
Con mi mano agarré la soga de su hamaca y la acerqué más a la mía. Con mi mano desocupada tomé la barbilla de Lali y la acerqué más a mí. Nuestras narices chocaron y nuestros labios se rozaron. 

Lali tiró la masita al suelo, ya no le interesaba. Pulsó sus labios en los de Peter y abrió la boca dejándole paso a su lengua. Estas jugaban en sus bocas, se enredaban entre sí. Era su tercer beso, a Lali le encantaba Peter, y a Peter Lali. No se animaban a decírselo, pero estaba más que claro. En el medio del beso Lali se separó, miró a Peter y le acarició suavemente la mejilla.
-Ese lunar... -sonrió tímida -Me vuelve algo loca.
-A mí tus ojos -Lali le hizo ''ojitos'' y él rió. -Qué linda sos...
A ella se le escapó una suave risita, un escalofrío le recorrió todo el cuerpo, el escalofrío más tierno de toda su vida. Con esto aclaraba todas sus dudas. 
-Tenés las mejillas coloradas -rió.
Lali se llevó ambas manos a los cachetes intentando ocultar. Pero ya era demasiado tarde: Peter la había visto sonrojarse.
-Lá, ¿me prometés algo?
-Sí...
-Nunca cambies: sos hermosa, simpática, interesante, perfecta... -murmuró la última palabra. -¿Me lo prometés?
-Te lo prometo -sonrió -Te quiero, Pitt.
-Yo más Lá... Yo más...

AAAWWWWWW♥ ¿Ustedes me quieren matar de ternura o qué? :3 :3 :3 bueno basta*-*
Alto encuentro, ¿No? Lágrimas, palabras tiernas, un beso, una promesa. Chicas voy a explotar literal :o

Comenteeen<3

Saludos. Juli. (@esposmysmile)

PD: Estuve viendo los comentarios, ví que algunas me preguntan sobre la otra novela, ''Reír te Salva'' Al parecer blogger me la bloqueó, no sé porque. Estoy haciendo todo lo posible para volver a escribirla. Mientras tanto esa nove se da como CANCELADA. Sepan disculpar.


martes, 10 de febrero de 2015

Capítulo 22

Los días habían pasado rápido para Peter, es más: Super rápido. En cambio, para Lali fueron dos días de pensar en Peter y los segundos no pasaban nunca. 
¿Qué loco, no Antes él no podía estar si no era con ella. Ahora ella no sobrevivía sin él.
En estos momentos Lali habia faltado al colegio y estaba, tranquilamente, pensando en su hamaca del patio.

A ver... Tu vida es una mierda y lo sabés, pero hay que superarlo. Ya está, ya pasó. Pasado pisado. No, esperá, ¿Y si es imposible? Ahora ya sos mayor de edad, estás... enamorada... Intentá olvidarte de todo aunque sea imposible. Vos podés, vos sos fuerte. Basta de llorar, hora de disfrutar. Basta de colores oscuros, la vida tiene felicidad. Basta de cortarte, al menos intenta no hacerlo. Vas a empezar a comer más. No me digo que cambie completamente mi vida, pero necesito algo nuevo. 

Sacudió esas ideas tontas que tenía en su cabeza, ¿Cambiar? Já, imposible. ¿O no?
Se paró y a toda velocidad entró a la cabaña, que en esos momentos se encontraba sola ya que Gime había salido a hacer unas compras. 
Abrió su placard, no tenía nada llamativo. Ahora volvió hasta la habitación de Gime, tenía poca ropa pero Lali sabía que guardaba sus cosas de cuando Gime era chica en algun lado, el problema era... ¿Dónde?
Se agachó abajo de la cama: Nada. Buscó una silla para pararse y revisar arriba del placard: Nada. Vió una pequeña cinta que salía del piso. La miró raramente unos segundos y luego la tiró, tiró, tiró y tiró, hasta que al parecer había algo que bloqueaba la salida entre ambas maderas. Comenzó a tirar fuerte de una de estas hasta que se rompió y dejó ver una de las partes de esa caja rosada con un hermoso listón azul. Forcejeó hasta que el objeto accedió.
Sacó la caja y revisó que no hubiera nadie que la pudiese estar mirando en ese momento. La abrió y ahí estaban todas las prendas más lindas de la infancia de Gime: Remeras ajustadas con típicas oraciones en inglés, shorts tiro alto brillosos, tops con vuelos, pantalones brillantes, vestidos de gala. 
Saco unas remeras color crema, shores pastel y tanto de cosas más que le parecían interesantes y lindas.
Fué probándose una por una, todas le quedaban bien. Pero lo más importantes es que a ella le gustaban. Realmente quería ese cambio.

-¡Alfín, Argentina querida! -gritó Peter mientras se tiraba al suelo y lo besaba: Un asco.
Aunque él se haya mudado no menos de un mes, amaba el país, amaba las personas con las que se cruzó, encontró al amor de su vida en él.
Tomó sus valijas y salió corriendo hasta afuera. Había una larga cola para tomar el taxi, pero no le importó. A pesar de que la gente le habrá echado unas veinte puteadas por segundo él se coló y entró en el primer taxi que entró.
Necesitaba verla, y mucho.

Una remera que le gustó demasiado fue una color blanco, que tenía la frase ''When you smile I'' {Cuando me Sonreís} grabada en un color pastel. Se colocó un short tiro alto de color negro que daba una combinación perfecta. Soltó sus morochos cabellos. Sonrió, nunca había tenido una imagen de ella así. Luego esa sonrisa desapareció. Estaba linda, pero sabía que jamás lograría ser tal...
-Aunque la bestia se vista de seda, bestia queda -se repitió así misma unas cinco veces. Tomó dos mechones de su suave cabello y lo tiró con fuerza -¿En qué estabas pensando, Mariana? ¡Jamás vas a ser linda, entiéndelo! ¡No sos nadie! -gritó. Juntó ambos codos  rompió el espejo con todas sus fuerzas. -Nadie... -susurró y se acurrucó en el suelo. -Nadie.

Ay, Lali me hace llorar :'c
PETER VOLVIOOOOOOOOO ☺☺☺ y chupo el suelo ._.
Próximo capítulo el reencuentro, creo :s

Comeeeennten*-* Amo cuando lo hacen. Las leo siempre, sepánlo♥

Juli. (@esposmysmile)

lunes, 9 de febrero de 2015

Capítulo 21

-Y... Hay que entenderla... -le comentaba Gastón a Eugenia mientras miraban a Lali sentada en su árbol totalmente en otra.
-¿Tan grave fué?
-Oh, no te imaginas -Gas hizo un gesto. -Te lo contaría pero es que... Lali confió en mi para contarme, sería muy desubicado de mi parte, además perdería una amiga y es lo que menos quiero.
El timbré tocó. Euge se acercó a Lali. Odiaba interrumpirla con cosas estúpidas cuando realmente lo que ella necesitaba era un abrazo.
-Lá... -se tocó el hombro. Lali apenas giró su cabeza para mirarla- Tocó el timbre.
-Em... gracias -dijo esta parándose mientras juntaba una que otra cosa que había dejado en el suelo.
Ambas entraron a otra clase más de esas tantas aburridas con el profesor Fernández.
(...)
-Euge, ¿No sabés nada de Peter? -le preguntó a la salida.
-No... Pero te puedo pasar su número y la característica y lo llamás, ¿Sí?
-Bueno, dale.
Le dió un papelito con el número de Peter. Lali se despidió de todos y cruzó hasta la plazita donde estaban los niños, que recién salían del jardín, jugando en las hamacas.
Sacó su celular. Hace mucho no lo usaba. Es más, sólo lo tenía por emergencias y el único teléfono agendado que tenía era el de Gime.
Estuvo media hora -literalmente- peleando con el aparato porque no recibía señal de ningún lado.
-¡Este celular, siempre lo mismo! -Gritó y lo azotó con el suelo. Luego se arrepintió, aunque sea una porquería era lo único que tenía. 
Acomodó sus piezas y cuando lo prendió, bingo. Tenía cuatro de cinco rayitas. Apenas vió esto se apresuró antes de que el aparato se volviera loco.
-¿Hola? -Se escuchó una voz entrecortada.
-Peter -sonrió- soy yo, Lali.
-¡Lali! ¿Cómo andas? ¿Qué hacés? ¿Qué onda todo allá? ¿Cómo la estas pasando? -preguntó todo en cinco segundos.
Ella rió.
-Tranquilo, Peter. Todo está bien, yo más que bien. -mintió, aún estaba un poco dolida. -¿Vos? ¿Cuándo volvés?
-Ay, no sabés lo que te extraño -A Lali se le hizo un nudo en la garganta, ¿Extrañarla? -Acá hay una tormenta tremenda, no sabés, se canceló mi vuelo. 
-¿Cómo? -el teléfono comenzó a hacer corto-circuito -Entonces, ¿cuando volvés? -volvió a preguntar.
-Lá, no te se escucha muy bien.
-Ya sé, este celular es una porquería... ¿Peter? ¡Peter! -Miró el aparato, había acabado la comunicación a falta de señal. -Oh, necesito un telefono nuevo -gruñó.
Sintió algo muy fuerte, y lindo en el corazón. Se llevó ambas manos a él. 

¿Qué es el amor? ¿Por qué lo sentimos? Una vez leí en un libro que el amor es un sentimiento, algo que increíblemente no se puede ocultar. Pero para mí no es exactamente eso. Para mí, amar es como querer a una persona, pero más sobrellevado, cómo quererlo más de la cuenta. Eso es amor. Hay veces que una persona no soporta querer más a otra. O simplemente, tiene miedo a enamorarse. Lo que estaría pasando conmigo ahora. Yo me pregunto, ¿Seré buena amando, o sólo es un capricho? Mi tía me dijo que hasta las personas más fuertes se enamoran. Y con ''fuerte'' me refiero a las duras, a las que nunca se les ocurriría mostrar una pizca de amor. Este sentimiento llega a cualquier edad, y nadie puede zafarse. Sentimos que necesitamos estar frecuentemente al lado de aquella persona que tanto nos gusta. Queremos pasar el resto de nuestras vidas con ella. Si nos gusta, nunca pensaríamos en dañarla, sino en cada día demostrarle un poco más de cariño, aunque esa persona no quiera saber nada con nosotros. En fín, para hacerlo más breve: Amor no es aquello que queremos sentir, sino aquello que sentimos sin querer.

-¿Lali? Oh no, ¡No, no, no! -gritó Peter mientras tiraba su celular al suelo.
-¿Qué pasa? -entró su abuelo.
-Estaba hablando con mi amiga, y se cortó la comunicación -bufó.
-Bueno, ya vas a tener otro tiempo para hablar con ella -rió -AHora bajá que tu abuela te preparo una merienda.
-Gracias.

-Tía, necesito tu ayuda -pidió Lali al entrar en la cabaña.
-Sí mi vida, ¿qué necesitás?
-Consejos necesito, porque no sé que está pasando conmigo ahora -suspiró, tiró su mochila a un costado y se acostó en el sofá cubriendo su cara con un cojín.
-¿Otra vez Peter? -preguntó acercándose a ella.
-Sí, Gime. Me estoy volviendo loca -presionó más el almohadon contra su cara -Tengo miedo de estar enamorada, necesito saber que tiene que hacer uno cuando se enamora, digo, yo no sé nada de eso y...
-Bueno pará -rió Gime -Si no me dejás hablar cómo querés que te explique.
Lali se quitó el cojín de la cabeza y la miró con ojos algo húmedos.
-¿Qué tengo que hacer? No sé nada de esto -susurró.
-Y... Nada, sólo tenés que dejarte llevar -puso una de sus manos en el corazón de Lali. -Tu corazón va a saber qué hacer -con su mano libre la acarició -Te quiero...
-Yo más -sonrió -Me alegro de haber encontrado una tía como vos, nada que ver con mi mamá -agachó su cabeza.
-Mi hermana es pasado, ahora tómame a mí como tu nueva mamá, voy a hacer lo posible para tratar de parecerme a una -rió algo triste y agachó su cabeza.
-No es tu culpa, Gime. Y no tenés que tratar de ser cómo una mamá, porque para mí, ya sos una.

Holaaa, acá está lo que prometí ayer☺
¿Qué piensan? ¿Hay más historia de la que Lali no haya contado a Gas? 
Lali se está por volver loca por Peter aaayy♥

Comenten, me hacen feliz*-*

Juli. (@esposmysmile)

domingo, 8 de febrero de 2015

Capítulo 20

Lali pensó. En realidad no tenía razones por haber llamado a Gastón.
-Olvidalo -rió Gas -Ahora contame, ¿Qué onda tu vida?
-¿De verdad querés saber? -preguntó insegura.
-¿Fué muy mala?
Lali se encogió de hombros.
-No lo sé.
-Estoy dispuesto a escucharte -le sonrió -voy a apoyarte en lo que sea.
-B-bueno, aguantá un toque.
Se paró y salió hasta la cocina. Estaba nerviosa, no sabía que hacer. Agarró un vaso de vidrio vacío, lo lleno con agua y en tres simples tragos se lo tomó. Dejó todo en la mesada y volvió a su ''habitación'' donde Gastón la esperaba. Ahora estaba segura y muy confiada en lo que estaba a punto de hacer.
-M-mi m-mamá -murmuró -Ella tiene la culpa de todo -dijo cabizbaja.
-¿Cómo?
-Ella hacía... Hacía conjuros, le hablaba al aire... Estaba loca...
Gastón se acomodó más al colchón mientras escuchaba atentamente las frías palabras de Lali. Sinceramente no entendía un carajo, pero prefirió callarse y seguir escuchando.
-Un día... Decidió invocar demonios... -se le derramó una lágrima.
-Sh... No llores -dijo Gastón mientras pasaba el dedo por una de sus mejillas -No tenés que contarme si no estás segura.
-No, yo estoy segura. Cómo te decía: Invocó a Demonios, que más bien no son eso. Son una especie de almas que no están ni en el cielo, ni en la tierra... Estan como... perdidos -alzó la vista y miró a Gas, él llevaba cierto asombro. Volvió a agachar su vista. -Cuando... Cuando quiso remediar todo ya era tarde, algunas de esas almas habrían logrado entrar en su vida. -hizo una pausa -Ella estaba muy asustada, así que fué a hablar con un cura, experto en exorcismos. Pero éste le dijo que debía haber una persona más... Cómo decirlo... Más débil. Eso -susurró -Así que no tuvo otra idea que crear ella misma un ser para pasarle SUS problemas. -rió irónica -y ahí es dónde salí... Yo...
Él miraba sorprendido, no sabía que hacer. Se llevó ambas manos a la boca.
-No lo puedo creer -se le acercó.
-Aún hay más... -le dijo -Ella me crió con zapatitos de cristal -ironizó -me enseñó a no mentir, a ser fiel... Hasta que un día... -otra vez las rebeldes lágrimas salían -Un día llegué yo del colegio, estaba feliz... Había sacado mi primer diez en ese año escolar... Me dijo que me ponga... Esta ropa -dijo buscando la foto de la niña de blanco. Cuando la encontró se la alcanzó -Yo era una nena indefensa, once años tenía... Pensaba que íbamos a jugar a las princesas, o algo parecido, pero no... -hizo una pausa para poder limpiarse las mejillas mojadas que tanto tenía y que habría guardado por mucho, mucho tiempo -Me llevó, a una iglesia... Sí... Y ahí comenzó toda mi pesadilla -dijo aguantando todo lo que mas podía.
-¿Qué pasó? -preguntó, ya se había adentrado completamente a su historia.
-El cura... Comenzó a hacer una especie de movimientos raros... Yo reía, meneaba mi cuerpo de un lado a otro mientras miraba mi hermoso vestido de seda blanco. Cuando de repente... -no aguantó más. Gastón corrió a abrazarla.
-Sh... Tranquila, Lá -acariciaba su cabello.
-Mi mamá comenzó a moverse raro. De repente yo... yo comencé a marearme, sentía raras voces, como dentro de mí -esto último lo dijo un toque apresurada e hizo un gesto poniendo ambas manos en su corazón -cuando desperté... Estaba sola en una butaca del lugar... No había nadie... Mi vestido blanco mágicamente se había teñido de negro. Comencé a... a sentir voces que venían de la nada... Y ahí es cuando comenzó toda esta pesadilla.
-Osea...
-Sí. Mi mamá cumplió su objetivo. Ahora sus problemas son solo míos, ella quien sabe donde mierda estará, no me interesa. El punto es que estoy traumada... Desde los once años convivo con estas cosas.
-Y ellos... ¿Estan aquí?
Lali se encogió de hombros.
-¿Supongo?, cuando yo les pregunto casi siempre tiran la muñequita aquella -señaló una muñeca de felpa pequeña en una de las estanterías. -¿Querés que probemos? Ellos no te hacen daño. -murmuró.
-¿No va a pasar nada malo, verdad?
-No.
-Inténtalo.
Ella llenó su pecho de aire y lo dejó salir el mismo. Miró a Gastón y este le hizo una seña de ''Hacelo''.
-Demonios... Salgan, yo sé que están ahí. -susurró Lali.
A los diez segundos la misma muñeca que ella le había señalado a Gas cayó al suelo. El giró su cabeza mirándola fijo.
-Wow...
-Si no quieres ser mi amigo, no importa. Pero no le cuentes a nadie de esto por favor. -suplicó.
-No, quiero ser tu amigo -le sonrió. -Ah... una última cosa...
-¿Sí?
-Osea, viste que tu mamá que te pasó las almas estas a vos y toda la cosa... -se había enredado en sus propias palabras -Osea, ¿Que tu debes tener una hija para deshacerte de ellos?
-No, yo no soy tan cobarde como mi mamá. Hace tiempo hablé con un cura, él me dijo que hay otra manera de salir de esto. Pero la perjudicada vuelvo a ser yo -hizo una pausa -Igual, prefiero eso antes que seguir lastimando gente.
-¿Eres como una... Salvadora? -él la miró divertido y a Lali se le escapó una sonrisa. -¿Qué te va a pasar?
-Y... hacer este procedimiento no es fácil pero... Me voy a quedar ciega... Para siempre.
Gastón no sabía si creerle o no. Pero optó por sí, ya que los ojos de Lali no eran como cualquier otro. Y aunque él no esté enamorado de ella lograba notar su dolor, su tristeza... Igual que Peter.

Bajé del avión y allí estaba él, mi abuelo.
-¡Peter! -saludó
-Hola -sonreí.
-¡Qué grande estás!
-Abuelo, hace tres semanas me fui de acá. No creo que haya crecido tanto -reí.
Fuí a la administración del aeropuerto de Roma y comencé a revisar los horarios. ''Argentina, 'El Parque' Buenos Aires. Hora de Arribo: 15:35 hs, salida: 15:55.'' {Nunca fuí a un aeropuerto chicas} 
-Un boleto para Argentina, mañana.
-Por supuesto señor, aguarde un segundo. -hizo un par de tecleos en su computadora de trabajo y volvió a mirarme -Serían dos mil quinientos, y firme aquí -me alcanzó un papel en donde estaban todos los derechos del avión que iba a abordar.
(...)
Mi abuelo puso en marcha el auto. Yo me senté en el asiento del co-piloto y él en el del conductor.
-¿Y? ¿Qué tal todo en Argentina?
-Bien, es muy linda aunque todavía no conozca mucho mi ciudad. Victorio ayer viajó a Tigre, pudo entrar en una universidad pública -sonreí -Yo sigo en cuarto año.
-Que bien... ¿Viste que aprendí más o menos el español? -rió.
-A mí me cuesta acostumbrarme, pero creo que lo voy manejando bien -me encogí de hombros.
Llegamos, era demasiado tarde y yo estaba cansado, siete horas de vuelo no es nada divertido. 
-Acomódate en la sala de huéspedes
Subí las escaleras. Entré a la habitación de puerta blanca. Acomodé algunas cosas importantes, me puso ropa cómoda y me tiré -literalmente- en la cama. Ni bien apoyé la cabeza en la almohada se me vino a la cabeza ella. Sí, Lali. Quería llamarla, preguntarle cómo había terminado su día especial, decirle que yo llegué bien. El problema es que nunca le dió su número de telefono. Además, si ahí eran las seis de la mañana, aproximadamente, allá en Argentina serían las dos de la mañana. Debería estar durmiendo, mejor la llama cuando se levante.

Por otro lado, Lali habría llorado hasta las tres y media de la mañana, estaba harta de todo. Sólo quería acabar con todo eso que había sido de su vida de mierda. 
Gastón se había quedado consolándola hasta que por fin, ella cayó en un sueño profundo, lo que le dió a Gas la tranquilidad absoluta. Pudo acomodarse en la cama que Lali le había preparado, y también se durmió.
Al otro día, ambos asistieron al colegio comunmente. Aunque por dentro, Gastón sentía pena por Lali después de haberla escuchado y consolado aquella noche. Y Lali, avergonzada, después de todo lo que le confesó a Gas, y con miedo de que pueda llegar a contar algo.

Llegué al aeropuerto a eso de las dos treinta de la tarde. En una hora partía mi vuelo. Estaba tan emocionado, al fín volver a Argentina, con mi amigos, mi familia, Lali...
Hablando de ella, no había podido localizarla en todo el día, y eso lo tenía bastante preocupado. Necesitaba ver que ella estuviese bien, debía comprobarlo con sus propios ojos. Miró por la gran pared trasparente que daba vista a la zona de arribo y despegue. Oh, no. Esto no puede estar pasando, ahora no.
''Señores pasajeros de los vuelos: HT965, 987TA y 1618 -Peter revisó su ticket, tenía el vuelo HT965, bufó por lo bajo, temiéndo lo peor- Queríamos informarles que sus vuelos serán reprogramados para los próximos días a causa del malestar climático. Pueden pasar ya mismo con su ticket por administración a retirar la nueva hora y fecha. Sepan disculpar. Muchísimas gracias''
Mierda, mierda, mierda. Esto no puede estar pasando. Volvió a repetir mientras se dirigía con su valija de ruedas y su ticket en manos hasta la administración.
-¿Sí? -atendió la chica que se encontraba en la recepción.
-Buenas, soy del vuelo... -en ese momento no me acordé el nombre. Así que simplemente le tendí el papel con todos los datos.
-Ah... -sonrió, un poco tímida o... ¿Avergonzada? En fin, no me interesaba realmente. -Su vuelo se reprogramó para las próximas 48 horas. Tenga su nuevo ticket, y disculpe. La agencia prefiere cancelar un vuelo antes de que la tormenta pueda causar... Mayores daños. Que tenga buen día. -agarré todo el papelerío y, nuevamente, volvía a la casa de mi abuelo.


Nooo, la historia de Lali, me fuí a llorar por los rincones T_T
Oh, maldito clima, ¿porque no dejás que Peter vuelva a Argentina? Lali lo necesita, tiempo de mi$%&/, bue.
¡LLEGO EL CAPÍTULO QUE TODOS ESPERABAN!

Créditos a Vicky ♥ Ella me ayudó un toque con este capítulo. OJO, no le adelanté nada, eh. No la maten ni a ella ni a mí :P

Tengo otro capítulo en camino, ahora, depende de ustedes. Si veo muchos comentarios lo subo mañana a primera hora. Si no, no sé, cuando pueda. No es tan complicado, yo veo las visitas en los capítulos y son muchas a diferencia de los comentarios. Es como si yo le escribiera a nadie. Necesito sus opiniones, plis D: Aunque sea díganme que me van a matar por joderles la vida a estos lindos protagonistas, pero no me dejen sola. Un escritor {o un intento, como sería yo} necesita motivación, y de eso se encargan ustedes. Comentar no cuesta nada☺ Eso.

Un bbbbbeso. Las quiero☺
Juli. (@esposmysmile)

jueves, 5 de febrero de 2015

Capítulo 19

Lali miró por abajo el rostro de Peter. El sol se estaba ocultando. Peter tomó un mechón de su pelo y lo recorrió hasta sus puntas.
-¿Sabés que...? -preguntó -Sos muy linda -le susurró al oído y besó su cabeza.
Lali se sorprendió. Nunca nadie le había dicho linda, para todos era la clásica loca. 
Peter la miró. Nuevamente sus respiraciones se unían. Necesitaban urgentemente ese beso. El beso de despedida. Él tomó su mentón y la acercó dos centímetros más. Miraba los ojos de Lali: Esos ojos, marrones profundos... Le daban todo el sentido a su vida. Ella esbozó una pequeña sonrisa, y ahí ocurrió: Se acercaron mucho más, Peter pulsó sus labios en los de Lali y abrió la boca. Ella no era muy experta en eso, pero decidió hacer lo mismo que él, así dejándole paso a la lengua de Peter. Recorrían sus bocas. Era una escena muy, pero muy tierna.
Peter abrazó a Lali por la cintura mientras estaban sentados y la atrajo más hacia él. Lali no sabía donde colocarlas, por suerte, decidió el lugar indicado: El cuello. 
La escena era de lo más perfecta. Lástima que tuvo que ser cortada. 
-Pitt... -dijo Lali con la respiración algo agitada. Miró hacía atrás -Peter nos pueden ver... -murmuró.
-P-perdón, y-yo... -tartamudeó.
-No pasa nada -sonrió -Pitt... Te voy a extrañar -Volvió a repetir, esta vez con un puchero que hacía que Peter tenga ganas de meterla en su valija y llevársela consigo.
-Volveré -susurró -Lá...
-¿Mh?
-Te quiero, mucho -confesó -Si es posible... Algún día quiero tener algo con vos. Sos tan... especial.
¿Cómo iba a hacer ella para explicarle exactamente lo mismo? , era una chica de dieciocho años recién cumplidos que nunca habría sentido amor. Nunca sufrió por amor. Tal vez nunca amó en su vida. Ahora llegaba este chico y le daba vuelta la burbuja. ''¿Tendré un lado lindo?'' se preguntó por dentro mientras se hundía en esos ojos verdes. Esos ojos...
-Lá, me tengo que ir... -sonrió triste y la abrazó. -Nos volveremos a ver, eso tenlo por seguro -dijo acariciándola.
-¿Te acompaño a la puerta? -preguntó Lali intentando no llorar.
-Sí, pero antes espera... Tengo que hablar algo con Euge...
Él se paró primero y ayudó a levantar a Lali. Se acercaron dónde estaban los chicos riendo.
-Lali -dijo Rochi parándose -¿Estabas llorando?
-Sí -respondió con seguridad -Pero no es nada grave.
-Euge, ¿Podemos hablar? -preguntó Peter a Euge.
-Claro -levantándose de la silla.
Se apartaron los dos mientras que Lali y el resto de los chicos quedaron jugueteando en la manta que habían colocado en el suelo.
-Necesito pedirte un favor, un favor grande.
-Sí amigo, ¿Que querés que haga? -preguntó Eu.
-Esta noche me vuelvo a Roma a buscar unos papeles, tal vez vuelva en uno, o dos días -contó.
-Ajá, ¿Y?
-Quiero que cuides a Lali -movió a Euge volteándola para que mire con sus propios ojos a la chica sonriente que jugaba con sus nuevos amigos. Euge sonrió, nunca había tenido una imagen de Mariana Espósito de esa manera. -¿Ves como está? Está feliz -Peter rió suavemente -Ella necesita eso.
-¿Yo que tengo que hacer? -volvió a preguntar con ilusión: Euge amaba ver a las personas felices, y más si tuvieron un pasado... No sabía si Lali tenía un pasado oscuro. Pero al parecer sí.
-Sólo quiero que estés con ella, quiero que no la apartes del grupo, esa sonrisa... no quiero que se borre. Ya demasiado la conocí así, triste, sin ganas de nada. Mirala ahora, Euge. Me encanta verla así -volvió a sonreír.
-Me parece que alguien se está enamorando -rió Euge.
-Ya no puedo ocultarlo, ¿verdad? -Eu negó -No me importa, quiero que el mundo sepa que... ¡Amo a Lali Espósito! -gritó. Los chicos se dieron vuelta. Euge se cruzó de brazos de espaldas a ellos y arqueó una ceja.
-Te acabás de deschavar solo, amigo -golpeó suavemente uno de sus brazos. Dió media vuelta y se fué, pero antes volvió a girarse -Ah, y no te preocupes por Lali -guiñó un ojo -La voy a cuidar por vos -sonrió y volvió dónde los chicos.
Lali volvió a acercarse a él. Con una cara que daba risa y a la vez miedo.
-¿Qué es lo que acabás de hacer?
-Perdón -agachó la cabeza.
-No pasa nada, tonto -rió -¿Te acompaño a la puerta?
-Sería un honor -hizo una mueca rara que logró que por primera vez desde que la conoció Lali soltó una carcajada. -Esa risa... La voy a escuchar siempre -dijo sacándo de atrás su celular y apretó el botón de Reproducir donde se escuchaba bien claro la risa de ella.
-Sos un tierno -sonrió -Vamos.
Salieron hasta la vereda de Lali donde Peter la volvió a abrazar.
-Que nos volvamos a ver -susurró Peter.
-Nos volveremos a ver -rió Lali, el celular de Peter sonó.
-Hola (...) Sí, pá. Ya estoy yendo (...) Bueno, dale. (...) Chau -cortó -Te voy a extrañar...
-Aw... ¡Eso ya lo dijiste unas ocho mil veces Juan Pedro Lanzani! -''gritó'' Lali. Su grito era como si una persona común hablara normalmente. Ella estaba acostumbrada a hablar bajo, entonces para ella lo que acababa de hacer era un grito.
Peter besó su mejilla.
-Que termines bien tu cumple, princesa -dijo entrando al auto.
-¡Buen viaje! -volvió a ''gritar''.
Peter arrancó el auto y suavemente se fué alejando. Lali dió dos pasos más hacía adelante y presenciaba como él poco a poco iba saliendo. Hasta que dobló en la esquina.

Yo, te deseo lo mejor,
por sí, no vuelvo a verte más.
Y bajo mi almohada,
siempre te voy a guardar.
Para acordarme de vos,
y volverte a respirar.

Yo, te regalo el corazón
porque, vas a cuidarlo más.
Todo lo vivido no se puede terminar,
lo llevo en esta canción.
Que te quiero dedicar.

Que nos volvamos a ver,
que nos volvamos a ver.
Que te de la vida,
todo lo que querés.

Que nos volvamos a ver,
que nos volvamos a ver.
Para que este cuento ,
no termine esta vez.

Lali posó ambas manos en su corazón. Rogó que en el viaje no pase nada malo, y volvió adentro.
-¿Estás bien? -preguntó Gastón una vez que Lali había salido al patio.
-Si, perfecta -sonrió.
-Así te queremos ver hasta que vuelva Peter, eh -regaño Euge.
-Euge...
-¿Sí?
-¿Q-q-ueres darme un... -hizo unas figuras con el brazo. -abrazo?
-Obvio que sí amiga.
Se paró hasta donde estaba Lali parada y la apretujó toda en un estrecho y muy tierno abrazo.
-Awww -rió Nico.
-Callate, boludo -le siguió la corriente Euge.
-Peti, ¿Y la torta?
-No me digas Peti -rió Lali con un toque de enojada.
-Te voy a decir Peti entonces -Nico lanzó una carcajada.
-¡Acá esta la torta! -gritó Gime desde la puerta mientras venía con un pequeño bizcochuelo y una velita fina en el medio que ya estaba encendida.
Los chicos le cantaron el Feliz Cumpleaños mientras Lali pensaba en los deseos. Cuando terminaron los pidió: ''Que Peter vuelva pronto'' No sabía porqué pero estar con él era como una necesidad, lo quería siempre a su lado. ''Dos, que este año pueda hacer amigos'' Levantó su vista a los chicos, así como los tenía, tambien podría perderlos. ''Tres, quiero salir de esta pesadilla'' Al terminar de pedir este último se le cayó una lágrima. Odiaba su vida. Desde los once años ha estado ''loca'', traumada, asustada... Quería ser normal, como todos los que estaban presenciando este momento. Sopló la vela y al segundo los chicos se le ''tiraron'' encima.
"Te queremos Peti, te queremos. Te queremos Peti, te queremos'' cantaban todos juntos mientras saltaban alrededor de ella. Gime sonreía apartada: Su sobrina realmente se merece esto.
(...)

-Bueno Lá, se está haciendo de noche, creo que deberíamos irnos ya -dijo Euge.
-Los acompaño a la puerta.
-Claro. Pero antes -todos sacaron un papelito y se lo dieron.
-¿Qué es esto? -preguntó Lali confundida.
-Son nuestros números celulares.
-¿Y como voy a saber quien es de quien?
-No lo vas a saber, si necesitás ayuda vas a marcar cualquiera al azar -sonrió Nico -Estamos todos para vos -dijo abrazando a su novia, Euge.
-Gracias chicos -Lali les devolvió el gesto.
-No es nada amiga, mientras que Peter no esté, nosotros somos... ¿Peter? -todos comenzaron a reír, incluso Lali.
-Bueno, ya es hora de irnos, ¡Qué termines bien tu día! -gritó Nico.
-¡Nos vemos! -saludó Lali y volvió hacía adentro.
-¿Te gustó? -preguntó Gime una vez que Lali cerró bien las puertas.
No tuvo mejor cosa que hacer que ir a abrazarla. Su tía se merecía el mundo después de lo que hizo.
-Gracias -sonrió -Te quiero mucho Gime.
-Mientras vos estés feliz -acarició su mejilla -eso ya es demasiado agradecimiento para mí. Ahora andá a bañarte y después te acostás, mañana tenés colegio, eh -regañó.
Lali salió con una sonrisa imborrable en su rostro.
(...)

Lamentablemente, no todo dura para siempre. Ya lista para irse a dormir. La ventana se abrió.
-Oh no, otra vez no... -susurró Lali. Se acercó hasta la ventana pero esta estaba dura, no cesaba al forcejeo. Lali ya sabía lo que pasaba después. Se arrodilló en el piso contra la pared esperando que sucediera. 
''Feliz cumple, amiga'' resonó en su oído como un pequeño murmullo. La foto que había encontrado Peter aquel día cayó de la estantería suavemente hasta llegar al lado de Lali. Tomó la foto, llorando.
-¡Todo es tu culpa! -le gritó a la pequeña niña que posaba feliz en la foto, y que a la vez, era Ella años atrás -¡Sos una pendeja, estúpida! -lloriqueó.
La ventana cedió y se azotó contra el marco de la misma como por arte de magia. ''¿Ya te dije alguna vez que tu sangre es deliciosa?''
-Déjame en paz -susurró Lali con ambas manos en su cabeza.
''¿Y si no quiero, qué?''
-Ya vas a ver, el día menos esperado vos y tus amiguitos van a desaparecer para siempre.
''¿Sabías que necesitás una hija para librarte de nosotros?''
-Voy a usar otro modo.
''¿Vas a hacer un conjuro, ir a Misa? No creo que te dejen entrar -se escuchó una suave risa-''
-Ya lo averiguaré.
''¿Porqué no hacés lo mismo que hizo tu madre para librarse de nosotros?''
-Yo no soy como mi madre. Voy a encontrar otra forma de quitármelos de encima.
''Suerte con eso... Lali...''
La luz de su pequeña habitación se prendió y apagó unas cinco veces y después volvió todo a la normalidad. Lali se acostó en el suelo a llorar. Necesitaba a alguien en este momento. ¿Pero quién? Eran las once de la noche, nadie querría ir con ella, y menos a esa hora. ¿O tal vez sí?
Fué despacio hasta la cocina y sacó la pequeña caja de madera donde estaban los cuatro números de los chicos. Tenía que elegir uno al azar, ¿pero cual?
Se decidió por uno y marcó con el fijo, ya que el celular de ella rara vez funcionaba bien.
-¿Hola? -atendió un masculino -¿Quién habla?
-L-Lali -murmuró.
-Lá, ¿Necesitás algo? Soy Gastón.
-¿Estás ocupado? -preguntó.
-No... ¿Qué pasa?
-¿Querés venir a pasar la noche?, necesito estar con alguien, Gas...
-Bueno dale. Agarro las cosas para el colegio y en quince estoy, bancá.
-Gracias...
-No, de nada. Nos vemos -cortó.
Lali se puso una campera fina y salió al patio. Lo cruzó entero hasta entrar en el cobertizo, dónde tenía un colchón en buen estado. Sacó un par de elementos que bloqueaban el paso y lo sacó. Volvió a cerrar el cuartucho con llave y volvió adentro.
Luego de diez minutos tocaron la puerta. Lali estaba terminando de arreglar la cama para Gas: Le puso un cubre-colchón, una sábana, una manta gruesa y otra fina encima, ya que por las noches caía rocío y hacía frío.
-Gas, perdón por molestarte -murmuró al abrir la puerta y ver a Gastón con la mochila del colegio y su abrigada ropa.
-No es nada -la abrazó.
Ambos pasaron. 
(...)

-¿Y, alfinal?¿Por qué me llamaste? -preguntó Gastón acomodándose en el colchón.

Bueno, es largo. No se me pueden quejar dskjdfas(?
¿Irá a pasar algo? ¿El viaje de Peter? ¿Lali y Gastón?
AMO que Lali poco a poco se vaya integrando, ¿No es lindo?♥
Nueva clave para el misterio: LA MADRE DE LALI. Que hiciste vieja pelotuda ahre☺
Otra cosa: Los que firman en anónimo, ¿podrían poner sus nombres debajo? Me gustaría saber quienes son jajaja.
Comenten grosas♥

Juli. (@esposmysmile)

PD: Lo del grupo no lo voy a hacer. Bah, sí. Pero más adelante, cuando haya más lind@s como ustedes y podamos decidir mejor, ¿sí? un besotototote.(?

martes, 3 de febrero de 2015

Capítulo 18

-Qué los cumplas feliz, que los cumplas feliz, que los cumplas Lalita, que los cumplas feliz -Cantaba Gime mientras acariciaba mi cabello desordenado de la mañana -¿Cómo estás? -sonrió.
-Gracias -le devolví el gesto -Después de eso, bastante bien.
-Me alegro. ¿Y? ¿Ya pensaste cuándo le vas a decir eso a Peter? 
-No sé, tía vos no le contaste que hoy es mi cumple, ¿o sí?
-No.
-Gracias -me senté en la cama -¿Me preparaste el desayuno?
-Claro, está en la mesa. Cámbiate y vení, tengo un regalito para vos -sonrió pícara y abrió paso entre las cortinas para salir.
Busqué en mi pequeño mueble algo cómodo para ponerme. Hoy teníamos una clase especial de ciencias naturales e íbamos a ir a una plaza. 
Me puse una remera suelta color roja, como la sangre... un short de jean negro y las zapatillas de cuerina que siempre me pongo. Son las únicas cómodas entre los cuatro calzados que tengo.
Salí y afuera estaba preparado el desayuno de siempre y Gime sonriente en el sofá, con una pequeña caja a su lado.
-¿Te acuerdas ese dije que encontramos la otra vez en la calle?

-Mariana, ayúdame con las bolsas por favor.
-Claro -agarrando unas cuantas -¿Y eso? -señalé un brillo que pegaba contra el sol oculto en el césped.
-Andá a ver.
Me acerqué y era un hermoso dije, tenía forma de flor y estaba echo en plata. Muy lindo. Me lo guardé en el bolsillo y seguimos camino hasta la cabaña.

-Si... eso creo.
-Bueno, hablé con alguien y... -dicho esto abrió la cajita dejando ver un hermoso colgante de plata con el mismo dije.
-Es... es divino -sonreí agarrándolo con la mano -Gracias -abracé a Gime.
-Lali, sólo quiero que vos estés feliz... ¿Me permitís? -dijo acercando su mano al colgante. Yo asentí -date vuelta.
Me puso el collar, me acerqué al pequeño espejo que tenía en mi habitación. No sé porque lo tengo, no quiero, ni voy a hacer linda. Sonreí y volví a Gime que miraba con aprobación, volvimos a juntas nuestros cuerpos en un abrazo. Ella rió.
-Bueno, basta. Tomá tu desayuno que se te hace tarde -acarició un mechón del flequillo que claramente no había recogido. 
(...)

Llegué al colegio, era temprano como siempre. Andaban unos veinte o treinta chicos nada más. Busqué en el bolsillo de adelante mi libro favorito y mientras cerraba el cierre me dirigía a mi árbol.
Venía a pasos lentos, cuando veo una figura. No, dos. ¿Tres? ¿CINCO? Chicos sentados mientras reían en MI árbol. Me acerqué un poco más y pude diferenciar a todos. Eran los de siempre. Nico, Euge, Rochi, Gastón y... Peter. 
Eugenia me señaló con el dedo y todos se dieron vuelta. Yo no entendía nada. Se pararon, y vinieron hacía mí.
-¡Feliz cumple, amiga! -Oh, no. Esto no puede estar pasando. -Peter nos llamó ayer, ¿Por qué no dijiste nada? -preguntó Euge.
-P-p-porque... 
No pude terminar mi frase, Peter abrió paso entre todos y me entregó un pequeño ramillete de rosas.
-Espero que no te moleste -sonrió y le dió un suave toque a mi nariz con su dedo -Gime me llamó ayer -alzó ambas manos como diciendo ''Soy inocente'' mientras ponía una carita de... ay.
Sólo pude devolverles una sonrisa. En mis cumpleaños, la única que solía saludarme eran Gime y mi mamá. Con el paso del tiempo, sólo Gime. No estaba acostumbrada a que me canten el feliz cumpleaños. O a los regalos. Siquiera el clásico que te tiran harina en la cabeza.
-¿Y bien? ¿Esta tarde querés que vayamos a tu casa? -preguntó Nico -¿O vas a ser una aguafiestas? -rió.
-A la salida todos a mi casa -sonreí -Gracias, chicos.
-No hay de qué, para eso están los amigos -Rochi esbozó una sonrisa -Y el regalo te lo debemos porque Peter nos avisó tarde. -Miré a Peter, el estaba como... ¿preocupado?
(...)

-¡Ay!¡Qué linda cabaña! -gritó Euge señalando mi casa.
-Ah sí, chicos. No se burle, eh -reí -Esta casa es rentada, lo único lindo que tiene es el patio.
-Ay, Lali. Que decís, no nos interesa si sos rica, pobre, flaca, alta. La amistad va más allá de todo eso -respondió Gas.
Gime salió alborotada de la casa.
-¡Vinieron! -gritó.
Los chicos la miraron confundidos.
-Qué dulce tu mamá -me dijo Euge lo que provocó que me agarre un vacío en el pecho. Gime me abrazó de atrás.
-No -sonrió -No soy su mamá, soy su tía. -corrigió.
-Ay, perdón -Euge me tomó la mano -No sabía, ¿me perdonás?
Asentí. Entramos a la casa.
(...)

Ya se hacía casi de noche. Los chicos y yo estábamos pasándola genial. Uno de mis mejores cumpleaños sin dudas. Y yo mejor es que ni me acordé de... eso.
 Sonó el celular de Peter y él se apartó del resto.
-¿Si?... Bueno, le tengo que decir... Gracias -cortó.
-¿Quién era? -pregunté
-Tengo que decirte algo -me tomó de la mano y me alejó un poco más. -Perdón, Lali.
-¿Por?
-Mi papá se olvidó unos papeles muy importantes por allá en Roma. Y yo esta noche tengo un vuelo para ir a recogerlos -sonrisa triste.
-¿Te vas? -pregunté con la voz quebrada.
-No, no llores -acarició con la yema de su dedo gordo mi mejilla -Me voy por dos simples días, nada más.
-¿Y cuando te vas? -intentando no llorar.
-Esta noche a las once y media -miró su reloj -son las ocho y media, tengo que ir a prepararme.
-Te acompaño al aeropuerto -propuse.
-No, hoy es tu cumpleaños. Los chicos están aquí. No quiero cortarte la felicidad -sonrió, es tan dulce.
-¿Qué voy a hacer cuando tú no estés? -se me escapó una lágrima.
-Tranquila, no vas a estar sola. Le voy a pedir a Euge que pase los días que yo no esté con vos -me secó una lágrima -Ahora deja de llorar, volveré -me abrazó.
-Te voy a extrañar...
-Yo también Chiquita, yo también... -suspiró y me acurrucó más a su cuerpo.

Son unos tiernos♥ enfin.
Se supone que hoy no iba a subir el capítulo, pero necesito hacerles una pregunta y además, tomenlo como un regalo por... Por ser 3 de febrero(? Y la pregunta es ¿Quieren que haga un grupo? seria en Facebook. Es tema es para tener más contacto con ustedes, adelantarles, recibir ideas, opiniones, etc. Pero les pido que C O M E N T E N si lo quieren o no. Si lo quieren, para el próximo capítulo ya les mando el link para que se unan. Si no quieren, bueno, nada.

Ese viaje... Creo que va a pasar algo muy MUY malo. Soy intuición(?

Un besototototote lindas!!☺
Juli. (@esposmysmile)