lunes, 18 de mayo de 2015

Capitulo 13

Un Paseo para el Corazón



–Peter: ¿En serio lo dices? –sonrió, y Lali asintió, devolviéndole el gesto.
–Lali: Muy enserio.

La noche había pasado y era inevitable no tentarse: se hacían bromas, chistes y no paraban de reír. La enfermera en un momento se puso tierna, mientras los miraba:

«Son la pareja perfecta» escuchó Lali desde sus adentros. De repente, paró de reír y miró confusa a la mujer mayor de edad, que le sonreía sin entender nada. Volvió si vista a Peter, quién paró de carcajear y recuperaba su aliento.

–Peter: ¿Qué pasa, La?
–Lali: No, no no. Nada. ¿En qué estábamos? –preguntó intentando cambiar de tema. Peter le dedicó una sonrisa, se encogió de hombros y siguió:
–Peter: Um, no lo se –dijo, secando las lágrimas que le habían caído luego de contar tantos chistes absurdos e divertidas anécdotas.

Se miraron por un segundo y un portazo los interrumpió:

–Cande: ¡Lali! ¿Qué te pasó? –preguntó, dándole la espalda a Peter.
–Lali: Un problema con unas diminutas amigas –dijo y suavemente le pasó un frasco de vidrio, donde habían puesto a los insectos que pudieron rescatar para hacerles estudios– Me picaron toda –rió–. Y a él también.

Candela miró a Peter con desaprobación, y volvió su vista a ella:

–Cande: ¿No necesitas que te traiga nada de la habitación? –interrogó.
–Lali: Eh, no. Gracias igual –sonrió.
–Cande: Bueno. –suspiró y se acercó a la enfermera– ¿Mañana ya le dan el alta?
–Enfermera: Sí –respondió, revisando sus fichas médicas– A primera hora, luego que todos estén en clase.
–Cande: Excelente –miró a Lali y le hizo un gesto de despedida–. Nos vamos mañana, Lali.
–Lali: Chau –dijo–. Perdón por que te ignoró. En serio, eh. No te pongas mal –le dijo a Peter.
–Peter: No importa, con todas las guachadas que le hice a tu amiga no creo que vaya a estar muy contenta.
–Lali: Cuando sepa que no lo hiciste a propósito estoy segura que te va a perdonar.

Apoyó su mano en el hombro de Peter, pero ambas camillas estaban un tanto separadas, así que casi cae al piso, pero él la sostuvo, y con la fuerza suficiente la empujo para que vuelva a tener equilibrio.

–Lali: Gracias –dijo entre risas.
–Peter: Eres una tontuela –rió.

La segunda noche había pasado tranquila, la enfermera había prendido un velador en la esquina de la habitación y se fue a su respectivo cuarto –y que estaba conectado a la enfermería del colegio–, aunque les había dejado un botón de emergencia para por si necesitaban algo.

Lali se despidió de Peter, dio un giro, cerró los ojos y a los pocos minutos se había quedado plácidamente dormida. En cambio, Peter no podía. Se levantó de su camilla y se acercó a la joven. Corrió un mechón de su pelo, sonrió y subió su manta hasta los hombros para que no tenga frío. Le dejó un suave beso en la mejilla y ahora sí, apoyó su cabeza contra la almohada y se durmió.

Al otro día, Lali pegó un breve estirón. Tranquilamente se hubiera dormido un rato más, pero la música que sonaba todos los días para levantar a los alumnos también la había despertado. Miró a Peter, quién movía con fiaca sus piernas, este se dio vuelta y la miró:

–Peter: ¿Hace mucho estás levantada? preguntó, con su mejor voz de dormido.
–Lali: Recién me despierto –sonrió.

Antes de que pudieran seguir, el timbre tocó y, a la vez, la enfermera salió de su habitación:

–Enfermera: En unos minutos ya les doy el alta. Por hoy no tienen jornada de clases y yo le recomendaría ir a oler un poco del aire fresco de afuera. Dos días encerrados aquí tal vez les haga mal, ya saben chicos –guiñó un ojo, y antes de salir volvió su mirada a ellos y les dijo:–No olviden abrigarse, afuera hace frío.
–Lali: Gracias.
–Peter: ¿Querès ir al jardín de invierno? –preguntó.
–Lali: ¿Tenemos un jardín de invierno? –eso si la había asombrado.
–Peter: Hay muchas cosas que no conoces de este gran colegio –le sonrió.
–Lali: Está bien. Llévame a conocerlo.

–Enfermera: Listo chicos, ya les firmé. Tomen –sonrió y les alcanzó una pequeña carpeta a cada uno con los estudios– eviten pasar mucho tiempo en el sol, al menos por unos tres, o cuatro días –advirtió.
–Peter: Gracias por todo, nos estamos viendo –dijo y salió junto a Lali.

***

–Lali: ¿Me esperas un segundo? Voy a buscar mi cámara de fotos –dijo mientras bajaban hacia el patio.
–Peter: Bueno rió– No me hagas esperar.
–Lali: No lo haré –pronunció, mientras corría rápidamente por los pasillos.

Llegó a su habitación y se encontró con las cosas finamente ordenadas. Esto era muy raro, demasiado raro. Arriba de la camilla en desuso había una valija color coral. ¿Había llegado una nueva compañera? No era lo importante ahora. Su cámara estaba arriba de su placard, así que un poco de poderes ayudó a bajarla. Pasó por los pasillos y volvió donde Peter la esperaba bien parado.

–Peter: ¿Lista? –dijo.
–Lali:  –asintió, mientras se colocaba los cordones del aparato sobre el cuello.

Caminaron por un largo sendero de piedras antiguas hasta llegar a un lugar extraordinario: Había árboles de tronco muy, muy altos con verdes hojas en las copas. Un césped verde que apenas se veìan, ya que estaba toco cubierto con las hojas secas del otoño. Un gran cartel al principio, que señalaba la dirección de cada actividad del lugar: Cabañas de madera y zonas de picnic a la izquierda, lago a la derecha, caminata libre al frente y decía la gran cantidad de kilómetros que tenia el lugar: 11 Km.

–Lali: Peter, esto es hermoso –observando cada detalle, cada arbusto, flores y árbolesPájaros de distintas clases que daban un revuelo sobre el lugar.
–Peter: Te recomiendo que te pongas la campera –dijo en tono cuida–. Mientras más dentro que metes, más frío hace.

Comenzaron su caminata libre. Lali le sacaba fotos a Peter mientras caminaba sobre las crujientes hojas desparramadas por todo el suelo. Peter le sacaba fotos Lali, oliendo distintos tipos de flores, correteando por el lugar y hasta dándole de comer a unos patos que volvían al lago luego de andar buscando comida por el lugar. Se sacaron muchas selfies. Imágenes del hermoso espacio donde se encontraban. Y, sobretodo, riendo y jugueteando entre ellos, aspirando el dulce aroma de la naturaleza.

Al final la enfermera tenia razón: ellos eran la pareja perfecta.


Loco, me hacen derretir de amor estos dos, basta che! ahre.
¿Les gustò? ¿ah, ah? ¿Quien no los ama?

AVISO: NO SE PUEDEN PERDER EL CAPTULO SIGUIENTE. Y para que los convenza les dejo tres mini-adelantos♥:

–Lali: Yo no soy lo que todos creen que soy, Peter, tengo poderes. Poderes màgicos, ¡Mira! –le dije, elevando al aire los objetos de su mesa de luz.

Èl no podìa estar ahì, justo èl no. Y traìa refuerzos, mierda.

Salì de darme un caliente baño, y quede en shock al ver a la persona que estaba sentada sobre mi cama. No puede estar pasando esto.

Imaginenlos como quieran a♥
Mientras màs comenten, màs me motivan y se suben capitulos mucho màs seguido!
Juli. (@kisslaliter / @esposmysmile)


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