Casi, pero no.
El se me acercaba cada vez más y más. No pensaba empujarlo,
pero la verdad es que no tenia ni idea de que hacer en este momento, ¿Acaso iba
a besarme? ¿EN LOS LABIOS? ¡¿Wacala?!
–Peter: ¿Por qué te alejas? –preguntó, al verme correr la
cara.
–Lali: Es que… am, ¿Ibas a besarme? –dije yo de golpe, rascándome
la nuca con cierta vergüenza.
–Peter: Sí, pasa que… creo que me estoy enamorando de vos –dice,
sin anestesia.
¿QUE?
–Lali: ¿Es en serio?
–Peter: Jamás jugaría con algo así, Lali. Desde el primer
momento en que te vi supe que eras la indicada, solo te trate mal para
averiguar si era verdad, y no sabes todo lo que lamente haberle dicho a tu
amiga tantas cosas feas. Ahora si
Intento besarme de nuevo, pero mis amigos cerebrales se
encargaron de ahuyentar ese momento: el florero cayo, rompiéndose en millones
de pedazos y desparramando tierra por cada rincón de la habitación.
–Peter: ¡Mierda! –dice y golpea fuertemente su almohada. Retrocedo
dos pasos por protección, y él me mira, apenado: –perdón, eh… no quise.
–Lali: No pasa nada solo que…
Intente seguir hablando, pero una fuerte picazón interrumpió,
Peter también comenzó a rascarse los pies y luego las rodillas, ¿Qué estaba
pasando ahora?
Simple: la planta estaba repleta de hormigas coloradas.
Mis piernas comenzaron a ponerse coloradas de tantas
picaduras. Mire a Pitt y empecé a sentirme rara: me puse a temblar, me hacia
cosquilla el estomago, mi cara se puso algo roja y caliente, según veía
mientras me miraba al espejo.
¿Me estoy enamorando, o enfermando?
Tal vez soy alérgica a las hormigas; lo que me faltaba.
–Peter: ¿Te pican? –pregunto, rascándose con ferocidad en la
parte de las rodillas.
–Lali: Sí, un montón –respondí.
Sentia pequeños pinchazos en la parte de mis piernas, esas
hormigas si que estaban enojadas.
–Peter: ¿vamos a la enfermería?
–Lali: Sí, por favor –suplique.
Él me abrió la puerta y antes de salir tiro veneno cerca de
la tierra, para que cuando volvamos los insectos ya no estén ahí.
Nos ayudamos mutuamente hasta bajar los dos pisos hasta la
planta baja, donde estaba la enfermería: estábamos colorados, un tanto débiles
y con mucha –mucha– picazón. La cara de la enfermera era total cuando nos vio:
–Enfermera: ¿Qué les paso? –interrogo, levantándose rápidamente
de su silla.
Nos ayudo a sentarnos en las camillas que había, Peter le
comento todo lo que había pasado. Evitando en casi beso, claro.
–Enfermera: Pero miren como están, hoy van a pasar la noche acá
chicos. Y mañana voy a hablar con la directora para que saquen esas plantas de
las habitaciones. Clau, pásame dos anestesias por favor –le pidió a otra mujer
que había en el lugar, también enfermera–. Escuchen chicos, estas hormigas no
son de Argentina, se ve que había una especie muy rara que viene de otro país,
por eso lo que les salio es muy extraño, para que no les duela, ni le arda
vamos a poner una anestesia y vamos a ver que clase de hormigas son. Por unos días
la van a pasar acá.
Los ojos de Peter estaban bien abiertos.
–Lali: ¿Qué te pasa? –le pregunte en un susurro, cuando
cerraron las cortinas.
Y dejándonos solos.
–Peter: Le tengo miedo a los hospitales, y mas a la
inyecciones –dijo avergonzado, cubriéndose con las mantas.
–Lali: No tenes por que tenerles miedo. Hacemos una cosa:
cuando te tengan que poner la anestesia yo te agarro fuerte, muy fuerte, la
mano, así se te va el miedo, ¿si? –le sonrei.
–Peter: –me devolvió el gesto y asintió.
–Enfermera: Bueno chicos, primero vos –señalándome a mi– y después
vos –mirando a Peter.
–Doctora: Ya tenemos la habitación con dos camas para que se
queden al menos dos noches, y mandamos los insectos al laboratorio del colegio
para que detecten de que clase son y así encontrar su cura.
Me pusieron la vacuna a mí, la verdad es que no dolió mucho
pero cuando le toco a Peter, que quilombo se armo.
–Lali: Tranquilo Pitt, no mires y va a pasar rápido –me senté
en la cama como pude, no sentia en absoluto las piernas y eso me tranquilizaba,
porque ya no picaban.
Le tome una mano y me sonrió. Era tan lindo.
–Enfermera: Listo, ahora pueden descansar un rato, yo voy a
avisarles a sus compañeros de cuarto que esta noche se quedan acá, así no se
preocupan y cierran bien las puertas.
–Lali: Bueno, gracias por todo.
–Enfermera: Es mi trabajo, linda –sonrió y entrecerró la
puerta.
–Peter: Y gracias a vos, Lali. Por ayudarme, ni sentí esa inyección
–sonrió.
–Lali: Yo estoy para lo que necesites, Pedro.
¡Apareci!
Perdon por el capitulo corto, tengo una prueba cada dia y estoy muy estresada, bue. Cuando acabe el primer trimestre voy a subir mucho mas seguido♥
Laliter son re tiernos, ¿no? Aw me cai.
¡Mientras mas comentarios haya, mas rapido subo!
Juli (@esposmysmile/kisslaliter)
Laliter son siempre tierno en la vida real y en las novelas!!
ResponderEliminarMe encanto me voy de excursio ahora mismo chauu
me cAIGO Y ME LEVANTO MILES DE VECES.
ResponderEliminarHERMOSOO