QUINCE

Capitulo Quince: Atados por el Amor II.

—¡¿QUÈ?! —dijeron Lali y Peter al unìsono. Cande soltò una breve risa.

—Còmo me escucharon —espetò Eugenia—. Nicolàs, ¿Tenès las esposas en tu auto? —Nico asintiò—, prestàmelas.

—Euge, esto es una locura. ¿Còmo haremos nuestras actividades atados? —preguntò Lali.

—Arreglenselà, que se yo.

—¿Y el baño? —interrogò esta vez Peter, mirando a Lali.

—No lo sè, su problema —sonriò pìcara. Nico volviò con las esposas. —Demen sus manos.

Un reto era un reto. Ambos pusieron sus muñecas en el medio de la ronda, mientras Euge los ''unìa'' con las esposas. Miraron la hora, 1:27. A la misma hora del domingo deben quitàrsela.

Se despidieron cada uno por su lado, Lali irìa esta noche a dormir a la casa de Peter y Euge, en la cama de Peter que, segùn èl, era de dos plazas, y almenos podrìan dormir tranquilos.

La pareja se metiò en la habitaciòn de èl e intentaron ponerse ropa màs còmoda para dormir, pero les fue imposible a ambos. Asì que se dispusieron a descansar.

2:13 a.m.

Lali rodò para el lado de Peter, mientras este ponìa su mano libre sobre la cintura de la muchacha, hacièndo la clàsica ''cucharita''.

3:26 a.m.

Peter roncaba fuertemente sobre el hombro de Lali. Esta se acomodò en la otra punta de la cama, tapàndose la cabeza con la almohada.

3:48 a.m.

 —¡Dèjame en paz, maldito gato! No, shu, shu. —murmuraba Peter dormido. Rodando hasta quedar encima de Lali. Esta se volviò a despertar, y le diò un zape en la cabeza.

4:04 a.m.

Lali doblò su brazo atado a Peter y con su mano buscò los dedos de este. Ambas manos se entrelazaron.

4:57 a.m.

—Pst, Lali, pst, ¡PSSSTT!

—¿Què es lo que quieres ahora? —preguntò malhumorada. Se ruborizò al darse que cuenta que su mano atada estaba entrelazada a la de Peter, y la libre estaba debajo de su remera. Èl pareciò no haberse percatado de eso.

—Quiero ir al baño.

—¿No puedes aguantarte?

—En algùn momento tengo que ir, chiquita. No voy a dejar de mear porque vos estès esposada a mì.

—¿Còmo piensas hacerlo?
—Yo que sè. Levantate, dale.

A cuestas, entraron en el baño. Lali se diò vuelta mientras que Peter, con una sola mano, trataba de hacer lo que podìa.

—No mires —advirtiò.

 —Oh, crèeme que no lo harè.

Luego de hacer sus necesidades, Peter se subiò el short y ambos volvieron a la cama.

5:39 a.m.

Lali se acurrucò en el pecho de Peter mientras este dormìa tranquilamente.

7:50 a.m.

Peter empujò a Lali, hacièndo que esta cayera de la cama bruscamente.

—¿Què pasò? —preguntò esta sin entender. Rodò los ojos y, con otro empujòn, corriò a Peter hasta su lado para volver a dormirse del suyo.

8:33 a.m.

Soñando, Pitt le diò un beso en la mejilla a la muchacha. Esta se despertò de golpe.

—¿Què pasa... —se detuvo un momento a presenciar el cuerpo tranquilo de èl— Peter? —completò su pregunta.

10:46 a.m.

Peter rodò hacia atràs, cayò de la cama y, gracias a su peso superior al de la muchacha, terminò haciendo que esta tambièn se caiga, sobre èl. Lali se despertò alarmada y èl le regalò una sonrisa.

 —Buen dìa.

—No tiene nada de buenos, Peter. Me torturaste toda la noche —riò.

 —¿Y vos? Eres una maldita romànticona, cada vez que me despertaba te tenìa casi arriba.

—¿Còmo durmiò la parejita feliz? —preguntò Eugenia entrando de golpe, encontràndoselos a ambos en el piso, y Lali sobre Peter.

—No me dijiste que este pendejo era tan bardero para dormir. ¡Me hizo la noche imposible!

—No me dijiste que tu amiguita era tan romàntica y estùpida, ¡Se me subiò arriba màs de veinte veces!

—¡Eso es mentira! —se defendiò Lali.

—¡No lo es! —gritò Peter a la misma altura.

—¡AAAGH! —dijeron los dos al unìsono. Euge riò.
Ambos se metieron al baño a lavarse los dientes y la cara. Euge le prestò un perfume y un desodorante para Lali, mientras Peter usaba los suyos. Bajaron y allì estaba Emi y Sergio, muy sonrientes.
—Hola chicos —dijo Emiliana.
—Buenos dìas, señora Lanzani. —saludò de la misma forma Lali.
—¿Què tal mà, como van con esos vestidos? —preguntò Euge, quien ya se habìa acostumbrado a decirle ''Mamà'' a Emi.
—Bien, hay muchos modelos que me encantan. ¿Y ustedes?
—¿Yo? Re bien, sobre todo cuando alguien —mirò a Euge con fastidio— me atò la mano a una persona que ni siquiera conozco, y para el colmo es una rata.
—Sigo aquì —musitò Lali molesta—, eras màs tierno cuando no me decìas rata.
—¿Peter?¿Tierno? —riò Sergio.
—No pude dormir nada, es increìble como se mueve este pibe a la noche.
Luego de un hermoso desayuno con la familia Lanzani, Lali, Euge y Peter salieron para el patio, un lugar amplio, con variados tipos de flores y una hermosa piscina que se veìa algo profunda.
—Voy a llamar a Nico, entre mujeres acà no sobrevivo.
Peter llevò su mano atada hacìa el bolsillo de atràs de su pantalon verde, haciendo que Lali se incomode al semejante tacto de su trasero. Pero èl no pareciò darse o cuenta o, si bien, estaba acostumbrado. Marcò un  numero desconocido por Lali y al escuchar la voz de Nico del otro lado hablò:
—Sì Nico... ¿No querès venir esta tarde a mi casa?... Hace calor, nos podemos meter a la pile... Sì... Bueno... Como sea —riò—... hasta pronto.
—¿Y? —preguntò Euge.
—Va a venir como a las tres de la tarde. Eu, quiero ponerme mi traje de baño, ¿Podrìas desatarnos un segundo? Por favor —le dijo Peter a su hermana.
—Los voy a desatar por veinte minutos. Lali, si quieres te presto un traje de baño, tengo tres.
—Està bien, gracias Euge.
La rubia buscò en su habitaciòn la llave de las esposas y luego bajò nuevamente hacìa el patio, dònde por un momento se quedò detràs de un àrbol para escuchar lo que los ''enamorados'' se decìan.
—¿La extrañas mucho? —preguntò Peter. Ràpidamente se diò cuenta de lo que estaban hablando.
—Sì. Bah, mas o menos. Ella casi nunca estaba en casa, pero cuando pasaba los ratos conmigo era como mi mejor amiga, siempre me aconsejaba y sacaba de los lìos. Ahora no sè, siento como si algo me faltara.
—Bueno.. ¿Què te gusta hacer?
—Yo escucho mùsica, me gustan mucho los lentos de años antes del 2000, eran mejores que las canciones de ahora, me tranquilizan. Am, yo leo y cuando ando media bajòn escribo cortos, una mini novela o una carta. ¿Y vos?
—Yo escucho mùsica, salgo con amigos... Me divierto y juego al futbol.
—Ah.
Luego de eso, Peter cerrò los ojos un momento.
—Mira, cierra los ojos un momento y escucha la naturaleza.
Lali obedeciò y le dedicò una sonrisa antes de cerrar los ojos.
—Escucha el viento, moviendo las hojas de los àrboles, escucha a los pàjaros, jugando entre ellos en el carco de agua, escucha los autos que aprecen estar muy lejos de aquì... —èl entreabriò los ojos por un momento, mientras lentamente se le acercaba.
¿La va a besar? se preguntò Euge confundida, pero pensò en la clase de chico que es Peter y prefiriò intervenir.
—¡Volvì!
Lali abriò los ojos y les dedicò una sonrisa, mientras que la cara de Peter no mostraba sentimiento alguno.
¿Acaso se estaba enamorando?


Buenaaassss, lo sè, ¡Hace mucoh no ando por aquì!
Tuve un problema con el marcapasos (es un aparato que se le pone a algunos asmàticos para que les ayude a que el corazon lata normalmente), y tuvieron que operarme. Por suerte saliò todo bien!
¡FELIZ CUMPLE, LALI! 24 años... No puedo creer que la estè acompañando hace tanto... anoche a las doce empece a llorar como una enferma, mientras le twiteaba muchas cosas, y ella estaba re en pedo en su fiesta jajaja. En fin, ¿Vieron la foto del chorizo? sigo tentada jajajajjaja, la amo.

¡Las quiero!
Juli.


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