sábado, 28 de noviembre de 2015

DIECINUEVE

Capitulo Diecinueve
Cuatro pisadas se escuchaban a paso firme en el pasillo principal. Cada vez màs cerca. De todas formas, ellos ya sabìan quièn era y què venìa a hacer: debìan cumplir esa misiòn.
Su cuerpo enorme se parò ante ellos, otro con una suave sonrisa formada en su rostro, detràs.
─Buenos dìas, mis queridos amigos ─sonriò ''tiernamente''.
─Buenos dìas, señor Marcos ─dijeron todos al unìsono.
─Bien, traigo a un nuevo amigo, colega, o como carajo quieran llamarlo. Chicos, èl es Lautaro, y tiene diecisiete años. ─dijo, ponièndo en frente al masculino.
Era un joven alto, castaño claro y de ojos verdes oscuros. Tenìa los dientes un poco desarreglados, pero casi ni se notaba. Saludò amablemente mientras Marcos presentaba al resto del grupo.
─Èl es Lucas, tiene veinte años y es el lìder de la banda. Ellos son Santino y Matias, ambos tienen dieciocho. Y Justin y Franco ─los señalò─, tambien tienen dieciocho y son mellizos.
Luego de una breve charla con los miembros del grupo, todos se sentaron en el living que habìan armado dentro de la choza en la que estaban. Marcos comenzò su plan:
─Miren, esta es mi hija ─dijo, repartiendo fotos actuales de Mariana─, su nombre es Mariana Esposito, suelen decirle ''Lali''. Tiene diecisiete años y es totalmente tonta. Necesito tenerla en mis manos, ¿Algùn plan?
─Yo tengo uno.
Luego de idear uno de sus mejores planes, Marcos sonriò satisfecho, mientras aplaudìa.
─Perfecto... Cuidate, Marianita... ─susurrò feliz.

* * *

Lali corriò lo màs ràpido que pudo, mientras el auto se alejaba ràpidamente. Peter estaba consciente, por ahora, con un poco de sangre cerca de sus ojos.
─¡¿QUÈ FUE ESO?! ─se preguntò mientras se agachaba junto a èl─, Pitt, ¿Estàs despierto?
─Auch ─se quejò este─, sòlo fue un golpe ─se tocò apenas─ ¡Ay, la puta madre!
─Cuida tus palabras, asì jamàs conseguiràs una novia permanente ─riò Lali, mientras lo ayudaba a sentarse sobre el cesped─ ¿Quièn era ese tipo?
─Creo que el padre de la piba, pega fuerte ─riò.
─¿Te hizo mal? ─preguntò preocupada.

Eugenia, con una sonrisa de oreja a oreja, miraba atentamente a la 'pareja' junto a Luz.
─Yo sabìa que se re gustan ─le dijo a su amiga, en tono ganador.

─No Lala, no me hizo mal ─sonriò levemente─, ¿Còmo hiciste para verme?
─Am... justo venìa por aca, al supermercado ─mintiò─, vì como ese tipo te pegaba brutalmente y me acerquè a ayudarte.
─Sos tan dulce.. ─murmurò Peter inaudible. Al menos eso creìa.
─¿Cuànto del uno al diez? ─preguntò Lali.
─¿Del uno al diez, què?
─Dijiste que soy dulce. Te escuchè ─sonriò tiernamente. Peter agachò la cabeza para que no vea su posible verguenza. ¿Porquè le pasaba esto?
─No importa ─riò falsamente para ahuyentar ese momento─ ¿Quieres quedarte hasta la noche?
─Wow, que pregunta. Està bien.
Peter ayudò a Lali a levantarse del cesped de la vereda, y tambièn le abriò al puerta de su casa.
─¿Què te pasò? ─preguntò Luz, hacièndose la desentendida.
─Un problema con alguien, pero ya pasò ─dijo, miràndo a Lali còmplice.
Eugenia llamò a Peter para curarlo, mientras Lali y Luz armaban una mesa para estar un rato afuera. La noche estaba preciosa. Pusieron mùsica.
Se hizo bastante tarde, habràn sido las doce menos diez de la noche.
─¿Alguna quiere bailar conmigo? Estoy un poco aburrido. ─preguntò Peter, mientras le daba un trago a su vaso de jugo.
Eugenia sonriò pìcara.
─Bailà algo con Lali. ─propuso.
Mariana abriò los ojos enormes, con una expresiòn de ''¿¡Què!?''. 
─No, gracias.
─Oh, Lali. Nadie se resiste a los encantos de Peter ─èl hablò en tercera persona.
─Yo sì ─respondiò firmemente.

* * *

─Los dejamos solos ─dijo Luz, y junto a Eugenia, se fueron adentro de la casa.

Al final, ella no habìa podido resistirse. Peter se acercò al estereo, mientras seleccionaba la canciòn. La melodìa de 'Bailar Pegados' sonaba, mientras ellos se miraban, un poco alejados, todavìa.

Bailar de lejos no es bailar, 
es como estar bailando solo
tú bailando en tu volcán,
y a dos metros de ti
bailando yo en en polo.
probemos una sola vez, bailar pegados como a fuego
abrazados al compás, sin separar jamás
tu cuerpo de mi cuerpo.

Se miraron tiernamente, mientras èl se acercaba lentamente y la tomaba por la cintura. Lali puso sus brazos sobre su cuello, mientras se dejaba llevar por los suaves pasos de Peter.

                                                             bailar pegados es bailar, 
igual que baila el mar con los delfines,
corazón con corazón, en un solo salón dos bailarines,
corazón con corazón, y en un solo salón
abrazadísimos los dos, acariciándonos, 
sintiéndonos la piel,
nuestra balada va a sonar, 
vamos a probar, probar el arte de volar.
bailar pegados es bailar, 
bailar pegados es bailar
es bailar.


verás la música después, 
te va pidiendo un beso a gritos
y te sube por los pies, 
un algo que no ves, lo que nunca se ha escrito.

Peter se acercò a Lali, dispuesto a confesarle todo lo que creìa que sentìa, pero no se animò, nuevamente. La querìa mucho, pero sabìa que muy pronto iba a amarla. Ella siempre sacaba su lado tierno, lo cuidaba y lo hacìa sonreìr. Ella lo era todo. 
Al menos, eso le decìa su corazòn.

«A la mierda, me mando de una» se autodijo Peter, mientras la atraìa y la besaba.


BESO, BESO, ¡BESO!
¡Corto, lo sè!
Perdon por el lio de las letras, esta no es mi computadora, estoy en un cyber porque a la mìa la vendì para comprar entradas para Lali en Parana, jajaja. Espero conseguir un lugar cerca bue.
Al principio aparecen los personajes que ustedes eligieron, y se habran dado cuenta que pertenecen a los malos jajaja, no me odien, pero les advierto que algo le va a pasar a nuestra querida Lali.

¡Las quiero!
Juli.










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