martes, 8 de septiembre de 2015

OCHO

Capitulo Ocho

—Hola, mi amor —saludó Guillermina una vez abajo—. Que rico perfume tenes, se siente desde muy lejos.
—Gracias —sonrió— ¿Queres ir a algún lado esta tarde?
—Sí. Tengo que ir a comprar el vestido para la fiesta de primavera, y quiero que vos me ayudes a elegirlo —dijo en un tono muy sensual.
—¿El que a mí me guste? —preguntó tontamente.
—El que a vos más te guste —Peter enarcó una ceja y rápidamente la tomó de la mano para llevarla al centro comercial.


Euge estaba tirada en el sofá, aburrida. Su teléfono emitió el beep que indicaba un mensaje. Era de Lali.
«¡Hola! ¿Cómo estás? ¿Por qué no viniste?» arqueó una ceja extrañada, ¿Acaso ella estaba en su casa?
«Fui a tu casa, tu padre y Elías me dijeron que habías ido a visitar a una tía en San Rafael»
Al segundo, volvió a sonar:
«Ni sabía que tenía una tía en San Rafael. Voy para tu casa ahora, ¿Estás?»
«Sí, te voy a estar esperando»
Dejó el teléfono de lado y siguió viendo la película.
—Oh, vamos James, bésala ahora —le gritó al televisor.
Tocaron la puerta y abrió, Lali se le ''abalanzó'' con un abrazo y un beso en la mejilla:
—¡Hola!
—Hola La, ¿Cómo estás? —rió.
—Bien. Che, te pido disculpas que fuiste hoy a casa y no me encontraste. Mi padre no me dejaba salir —mintió—, por suerte ya lo arreglé.
—Me hubiera dicho eso, en vez de inventar una tía en San Rafael.
—Mil perdones —volvió a repetir Lali. Euge dudaba, pero dejó sus dubitativas para después—. ¿Qué hacías?
—Retaba al bobo de James porque tardaba mucho en besar a Emma.
Lali frunció el ceño, confundida.
—¿Eh?
—Nada. Era de una peli que estaba viendo —sonrió.
—Ah, bueno yo te venía a decir que sí voy a esa fiesta de primera...
—¿Enserio? ¡Qué bueno! Te juro que no quería ir sola. Bah, en realidad Cande iba a ir conmigo pero me dijo que tenía una reunión familiar en no sé donde y bueno, yo no quería ir con Peter y Guillermina.
—¿Guillermina?
—Es la nueva novia de Peter.
—¿Tan rápido consiguió una nueva? ¿No era que había terminado con Mayra hace dos días?
—Y a la media hora de haber terminado fue a la casa de esta mina y la enamoró. Ay Lali, vos no sabes como es ese pibe, hay veces que no lo aguanto.
—No creo que toda la culpa la tenga él —lo defendió Lali—, es muy lindo, de seguro todas en tu colegio lo deben querer...
—Disculpa, ¿Vos dijiste que era lindo? —sonrió pícara.
—Em... sí, que se yo.
—¿No te gusta?
—¿Eh? Eugenia por favor, no digas pelotudeces. Y ahora otra pregunta, ¿No tenés nada que hacer ahora?
—No.
—Entonces vamos, quiero comprarme un vestido. En mi placard no hay nada decente para ponerme. No voy a una fiesta desde los diez, más o menos.


—¿Este te gusta, Pitt? —interrogó Guillermina, saliendo del vestido por enésima vez.
—Está bueno —dijo este con poco interés, mirando su teléfono embobado.
—¿Cómo sabes que me queda lindo si ni siquiera me estás mirando?
—Porque a vos todo te queda bien, Guille —respondió de mala gana.
Escuchó pasos atrás y se dio vuelta para encontrarse a nada más ni nada menos que a Eugenia y Lali. Euge lo miró con mala cara, mientras Lali le sonreía, ¿Acaso siempre lo iba a mirar así?
—Hola, Peter —saludó esta.
—Hola ratita.
—¿Hace cuánto no nos vemos? —preguntó esta, ignorando completamente su última acotación.
—Hace unas semanas, creo.
—Lali, mira este vestido que está hermoso —interrumpió Euge, en sus manos traía unas cuantas perchas con diferentes clases de prendas para fiestas.
—¿Qué viniste a hacer acá? —preguntó Peter.
—Vine por un vestido para la fiesta de primavera, ¿Y vos?
—Me está ayudando a escoger el mío —interrumpe una chica alta, de cabellos castaños y unos llamantes ojos azules—, ¿Y vos sos?
—Una amiga —contestó Lali.
—Está bien, querida. Pero deja de desconcentrarlo porque sólo tiene ojos para mí, ¿Estamos? —se dio vuelta, para ese entonces Lali le había hecho una burla, a lo que Eugenia rió— ¿De qué te reís, imbecil?
—De nada gato, toma La, probate estos —musitó ignorándola. Lali tomó los vestidos y entró en un vestidor. Guillermina agarró otros y se metió en el de al lado.
—¿Así que esta es tu amada Guillermina? —le preguntó Euge a Peter, riendo.
—Es lo mejor que pude conseguir —se encogió de hombros.
—Por Dios, Peter. Habiendo tantas pibas lindas en el colegio vos vas a elegir a esta que no tiene ni una centésima de tetas, es más plana que un libro cerrado —Peter rió.
—Es verdad. Cuando tenes razón, tenes razón, pero no quería ir a la fiesta de primavera soltero, arruinaría mi reputación.
—¿Y por que no invitaste a Lali?
—Qué papelón —acotó—, es una come-libros, se me van a burlar todos.
—Odio cuando te pones así. Lali es linda, cariñosa y tiene un gran corazón. ¿Sabes qué? Mejor ni la invites, no te atrevas ni la persigas, ella es demasiado buena para sufrir por tu culpa. Ya te lo dije esta mañana. No-te-le-acerques —remarcó sus palabras.
En ese momento, Mariana y Guillermina salieron al mismo tiempo. Lali traía un vestido rojo que se ajustaba perfectamente a su pequeña cintura, abajo era suelto y le llegaba hasta un poco más arriba que las rodillas. Guillermina, en cambio, traía una remera blanca con una imagen de fuck you y abajo un short brillante que —con suerte— le tapaba las nalgas.
—Estás hermosa amiga —musitó Eugenia.
—Gracias —sonrió Lali—, creo que me llevaré este.
—¿Y yo cómo estoy, mi amor? —preguntó la otra. Aunque no tuvo respuesta, porque Peter estaba embobado mirando a Lali.— ¡Peter!
—¿Qué me decías?
—Deja de mirar un toque a esta mina fea, rara y espantosa —enseguida vio como Mariana bajaba la cabeza— poneme más atención a mí.
—Estás linda, nena. ¿Te gusta ese vestido?
—No, para mí me queda mal. Voy a probarme más —dijo, metiéndose nuevamente al vestidor. Igual que Lali.
A los pocos minutos, salió esta con lo que iba a comprar. Le partió el corazón verle los ojos hinchados y la nariz roja. Había llorado, en silencio. Tenía que admitirlo, aunque Mariana no le llame la atención, odiaba verla llorar y ahora estaba enojadísimo con Guillermina por haberle dicho lo que le dijo. Se acordó del día que él la apodó como Rata. Se sentía culpable, pero no dejó que eso transformara su rostro.
Lali y Eugenia pagaron el vestido y, sin saludarlo, se fueron de aquella tienda.


Holaa! 
Estoy tratando de retomar lo de subir martes a la noche (o miercoles) y viernes. Asi que... nada, eso jajaj.

Comenten, nos vemos!
Juli.


3 comentarios:

  1. Que hdp la guillermina quiero que peter se de cuenta de lo que le pasa a lali

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  2. muy bueno! quiero que peter se de cuenta que ama a lali!!!! eres una genial escritora, quede atrapada...!

    by caro

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