viernes, 14 de agosto de 2015

TRES

A partir de ahora se mezclan ambas historias! Antes quiero decirles que en eta historia ademas de haber Laliter tambien hay mucho Laluege! Ya van a ver porque... Espero que les guste, comenten! Juli.



Capitulo Tres



Mariana salía de su casa, en bicicleta. Gimena se la había hecho arreglar, y ahora no caminaba hasta el colegio. Iba calle por calle, paraba en los semáforos, y seguía. La bicicleta a la mañana era genial. Al menos para ella. Venía lo más bien, cuando un ladrillo se interpuso en su camino, y al intentar esquivarlo cayó al suelo de una forma brusca.
– ¿Estás bien? –escuchó una voz femenina.
Levanto la cabeza para encontrarse con la dueña de la voz y su acompañante, por las ropas dedujo que también iban al Rockland, pero sus escudos pertenecían al otro Rockland: al de Arte.
Si bien ambo colegios se llamaban igual y eran del mismo dueño, sus estudiantes se llevaban como perro y gato. Los del colegio de Mariana, literatura, decían que los de arte eran unos chetos, creídos y ‘’salvajes’’. En cambio, en el colegio del misterioso chico –que le había llamado la atención– y de su rubia amiga, rumoreaban que en el colegio de ella eran unas ratas de laboratorio, que eran unos aburridos, sin vida social, los bichos raros.
– ¿Sos muda? –preguntó el joven entre risas, la chica le pegó levemente en el brazo.
–No seas tarado, Peter –dijo, mientras le acercaba la mano a Mariana– ¿Estás bien? Te diste un fuerte golpe –insistió.
–Sí, estoy bien –respondió al fin.
– ¿También sos del Rockland? –Interrogó la rubia–, por cierto, mi nombre es Eugenia. Él es Peter.
–Me llamo Mariana –se presentó–, ¿Iban para el colegio? Vayan si quieren, eh. Estoy bien –repitió–, Soy del Rockland, sí, pero no al que van ustedes.
– ¿O sea que sos una rara de la sociedad? Te voy a apodar… Lali, sí, Lali. Por LA LInda rata –objetó Peter entre risas.
–No, no soy una rara de la sociedad –se defendió, mirándolo seriamente. Estaba enojada.
¿Rara de la sociedad? ¿En serio? ¿Eso eran ellos, los raros? ¿Lali? ¿LALI? Cualquiera.
–Un gusto conocerte, Eugenia –le dijo–. Nos vemos –terminó de decir, tomando nuevamente su bicicleta.
–Sos un imbecil, Lanzani –espetó Eugenia enojada.
–Los trato como se merecen, esos pendejos no tienen vida.
–Pero esa chica se golpeó, ni siquiera le preguntaste si le dolía algo, sabes que, me molesta que trates así a las personas porque son del otro colegio, te juro, sos un tarado –murmuró, mientras cruzaba la calle y se metía al auto.
Mariana, mientras tanto, iba furiosa. Ese maldito cheto la había tratado mal y se había reído de ella.
–Del otro colegio tenía que ser –susurra, estacionando su bicicleta en el colegio.
Tomó sus cosas y entró. Hoy era el día que menos cosas llevaba, solo el libro de Literatura, un diccionario, su cuaderno de asistencias, una cartuchera y el libro donde escribía su novela.

–Llegamos, guys –dijo Peter, estrechando las manos de sus amigos.
–Estoy muy enojada con él –le decía Euge a Luz.
–¿Qué hizo ahora? –preguntó esta, apartándose del resto.
–Trató re mal a una chica que va al otro Rockland, venía en bicicleta y no vio un ladrillo en la calle y bueno, se cayó.
– ¿Cómo era la chica? –preguntó Elías a Peter, ambos estaban escuchando la conversación de Eugenia y Luz. Él sospechaba que fuese Mariana así que con interrogar no perdía nada.
–Era bajita, morocha, su bici era de color verde y traía el pelo recogido con un listón del color de la remera del colegio.
Elías soltó una risa, llamando la atención de los integrantes de la charla.
– ¿Qué te pasa? –preguntó Luz.
–Boludo, la chica que ustedes vieron era mi hermana –aseguró.
–Dijo que se llamaba Mariana.
–Entonces sí, es ella. ¿Se cayó de la bici? –rió–, es una estupida con todas la letras.
– ¡Hey! ¿Qué les pasa? –interrogó Euge disgustada– ¿Se le vana  reír porque se cayó de la bici, ¿En serio? Yo no los tenía así, vamos Luz. Ah, Elías, después dame tu dirección, no sé ustedes, yo le voy a ir a pedir disculpas por el trato que le dio Peter hoy. Estupidos. –carraspeó, mientras se iba re caliente hasta la entrada.
–Mi hermana es una pequeña perra –le susurró Elías a Peter, una vez que ambas mujeres se fueron.
Mientras tanto, ‘’Lali’’ entraba a su salón de clases, desafortunadamente hoy había vuelto Teo, un joven que había estado faltando toda la semana, y ella ocupaba su lugar. Ahora debía volver al puesto que le correspondía: al lado de Candela.
–Hola –saludó esta–, un gusto volver a tenerte en el fondo, Mariana.
Candela no era una mala chica. Era alta, flaca, con buena figura y morocha. Su piel era delicada y usaba lentes pequeños que la hacían ver aún más adorable. Además, era muy inteligente. Había sido compañera de Mariana por más de cinco años, ya se conocían muy bien la una a la otra, pero aún así sólo eran compañeras de banco, no existía relación de amistad alguna.
–Siéntense –la voz de la perturbante profesora de Literatura entró al salón. Ella y Candela se acomodaron para recibir el saludo de los viernes.
La profesora Fernanda aclaró su garganta y prosiguió:
–Buenos días, jóvenes estudiantes de la Rockland School of Literature –su voz era firme, y su saludo completamente ridículo. De todas formas, todos respondieron a coro el ‘’Buenos días’’ de mala gana. –Hoy vamos a ir al exterior a dar la clase. –al decir esto, todos celebraron, mientras tomaban sus útiles y salían tranquilamente al patio.
– Qué buena onda esta profe, ¿No? –Candela le dirigió la palabra.
–Sí –le respondió felizmente.
Una vez que salieron al jardín del colegio, la profesora dictó sus actividades y, luego de cuatro horas, el timbre dio aviso al fin de las clases, comenzaron a guardar sus cosas y a salir ordenadamente. Mariana caminó hasta su bicicleta y la tomó. Y luego otra vez se le vinieron a la cabeza lo recuerdos de este mañana, cuando ‘’Peter’’ y su amiga la habían atacado. Bah, en realidad Peter, la rubia de ojos verdes la había tratado como el ser humano que es. Rió al recordar el «LA LInda rata» que le ha dicho ese idiota. En fin, subió a su vehículo sano y pedaleó hasta su casa. Una vez que llegó, entró. La casa todavía estaba vacía, al menos hasta que Gimena llegue dentro de unos minutos.
Estaba dejando sus cosas en el sofá, cuando alguien tocó la puerta.
«Si es Elías tendría las llaves» pensó, y se acercó al rabillo para ver a Eugenia. Sí, a Eugenia. ¿Cómo sabía la dirección de su casa? ¿Qué hacía ahí?

4 comentarios:

  1. Primer comentario en wattpad y aquí en el blog!!
    Se nota q soy tu fan N 1!!
    Amo tus novelas
    ahora con respecto al capitulo:
    Peter se comporta como un tarado
    Euge es un amor
    Cómo se te ocurrió eso de lali La Linda rata jajajjajajjaja me tente
    Uuhh por cierto me acabo de dar cuenta q le dijo linda jajjajajajajajjajaj re colgada yo

    Espero q se comporte pitt
    Masss

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  2. Me encanto el capitulo,me causo mucha risa lo de "La Linda Rata" jajaja subi mas

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  3. Viste que hicimos el 15 de agosto en tw?! #Laliter9 fue TT!!! (y eso q es el aniversario anciali jajajjajajaj)
    Buehh vine a decir q aun sigo esperando el cap jajajjajajajajajaja

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  4. Me gusta mucho la historia, espero el próximo!

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